[REDACCIÓN EL FEDERAL] Fue un fin de semana de luto y contradicciones para Chamical: mientras que entre el sábado y el domingo se reportaron cuatro fallecimientos por COVID-19, en la madrugada del sábado se detectó una reunión clandestina en la que había una mujer con coronavirus.
Ayer la intendenta Dora Rodríguez emitió un comunicado en la que lamentó la muerte del ex empleado municipal Francisco “Pancho” Molina, Raúl Ibáñez, Lidia Portugal de Corzo y Celia Luna.
Un día antes, seis personas habían sido detenidas en una reunión clandestina en el barrio 20 de junio. Cuando se les hicieron los hisopados, a una joven se le detectó COVID-19. La justicia ordenó que todos queden aislados y que, una vez finalizadas sus cuarentenas, se les inicie la causa.
En ese marco hay que comprender la sentida carta de una médica local, que publicó en Facebook para llamar a sus vecinos a tomar conciencia de lo que está ocurriendo en el mundo, pero particularmente en Chamical, que desde hace unas semanas vive un fuerte rebrote de la pandemia. El departamento de Chamical llegó, con las cuatro muertes del fin de semana, a las 29 víctimas fatales vinculada a la pandemia. Tiene 310 casos activos, sobre un total de 1.178 casos acumulados.
La médica remarcó que la situación sanitaria es “muy complicada” y que el personal de salud está agotado. “Les pedimos cuídense, no puede ser que sigan las fiestas clandestinas. ¿Cómo puede ser? Hay jóvenes de 30 años que hoy están luchando para poder respirar. Es increíble que no puedan entender”, cuestionó.
EL POSTEO COMPLETO:
Gente de Chamical, vecinos, amigos, conocidos, esta vez les escribo para pedirles que tomen conciencia. Estamos atravesando una situación sanitaria MUY COMPLICADA. Estamos muy agotados todo el personal de salud. Les pedimos cuídense, no puede ser que sigan las fiestas clandestinas. ¿Cómo puede ser? Hay jóvenes de 30 años que hoy están luchando para poder respirar. Es increíble que no puedan entender. Cuando ingresamos a un domicilio y tenemos que llevar a tu hijo, hermano, madre o abuela, no sabemos si regresará alguna vez. Los médicos, enfermeros, los chicos de cocina, limpieza estamos enfermando, poniéndonos cada día para seguir en pie y ayudar a quien hoy más nos necesita. Con la mano en el corazón les pido a los vecinos de Chamical nos ayuden hoy más que nunca. Dios bendiga cada hogar de nuestro querido Chamical.