Sucedió durante el mediodía de ayer, en la hora del almuerzo, cuando unos internos del Penitenciario comenzaron a arrojar elementos y agua hirviendo a los efectivos presentes en señal de protesta, en un intento de motín en 2 pabellones.

Asimismo, resultaron lesionados tres empleados del penal, que fueron agredidos con ladrillos, mientras que los reclusos salieron ilesos, pero fueron sancionados.

Una terrible situación se vivió en la jornada de ayer en el Servicio Penitenciario Provincial, donde un conflicto entre internos terminó con agresiones físicas a los empleados de la institución. En este sentido, según pudo averiguar este matutino, los responsables del hecho fueron los reclusos del pabellón 11, quienes se enojaron porque el celador no les permitió a dos o tres de los internos retirar la comida del resto de los reclusos. Siguiendo esta línea, fuentes cercanas explicaron que las bandejas se retiran de manera personal, porque de lo contrario alguno de los internos puede sustraerle el almuerzo a otro y, de ese modo, pueden quedarse sin comer.

Esto enfureció a los internos, que comenzaron a patear las rejas y a gritar, arrojando distintos elementos a los guardias de seguridad, entre ellos, agua hirviendo y ladrillos, siendo estos últimos utilizados para calentar el agua, estando autorizados para ese uso.

Los agentes que estaban en el techo hicieron tiros de advertencia al piso, pero no lograron dar fin al conflicto, al cual se les agregaron los internos del pabellón 10.

Como resultado de esto, tres de los empleados del penal sufrieron lesiones de distinta consideración, tales como quemaduras en brazos, golpes en las piernas y en hombros. En tanto a los internos, no presentaron lesiones pero fueron sancionados y están siendo oficiados uno por uno. A su vez, indicaron que la sanción consistiría en la prohibición del televisor y la radio a los autores del hecho.

El Independiente

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