“Mi Nombre es Lorena, soy estudiante. Actualmente Tengo 19 años, quiero hacer público lo que por mucho tiempo tuve que callar, por el miedo y por la vergüenza que me provocaba el contarlo. Pero hoy tomo esta decisión ya que gracias a la joven que decidió hacer todo público cuando contaba lo que tuvo que sufrir por años por su primo Luis Fernando Cáseres me di cuenta que yo fui una víctima más de él también, ya que abuso de mi sexualmente”.

Así empieza la carta que decidió hacer pública la nueva víctima del supuesto pastor evangélico que en el último mes ya fue denunciado dos veces en el fuero especial de violencia de género de la Justicia provincial.

Según divulgaron varios medios, Cáseres, junto a su familia (padre, madre y hermanos) son dueños del Centro Cristiano, una iglesia evangélica que tiene cuatro centros en distintos puntos de la capital riojana (zona del Autódromo, barrio La Florida y en micro centro) y uno en Chilecito. Allí Luis “Lucho” Cáceres fue durante muchos años uno de los líderes juvenil y espiritual que trataba con adolescentes que llegaban a la iglesia.

El supuesto pastor fue noticia hace poco más de un mes cuando su prima, 15 años menor que el, lo acusó de haberla abusado desde que tenía 12 años y el 17, en la época que vivía en su casa y asistía al Centro Cristiano de la calle Maipú del barrio Shincal.

“Me decía que esto era nuestro secreto, que él estaba enamorado de mí, que yo lo provocaba en la iglesia por mi forma de vestir, en caminar”, dice la carta de la víctima que precisa que los abusos empezaron a sus 15 años.

“Dejé de ir a la iglesia por un tiempo porque sabía que, si iba, el aprovecharía la oportunidad para llevarme en su auto para acercarme a mi casa, donde me esperaban una o dos paradas, en lugares escondidos, como callejones, en la ruta, o en barrios donde no circulaban autos y eran siempre lugares oscuros”, sigue el relato.

EN LA IGLESIA

Al igual que con la primera víctima, esta denuncia también se circunscribe al ámbito de la iglesia donde Cáceres era una autoridad, no sólo porque se trataba supuestamente de uno de los dueños, sino porque lideraba los grupos juveniles:

“En la iglesia era sentirme obligada de saludarlo e incluso de fingir que lo abrazaba frente a los demás y que todo marchaba bien. También que él, siempre concurría a mi casa, ya que era padrino de mi hermana menor así que siempre que celebrábamos algo el iba por que era “como uno mas de la familia”. Me costo creer que una persona que aparentaba ser buena, ya que era mi líder del grupo de coro e hijo de los pastores de la iglesia, me terminara haciendo tanto daño y hacerme vivir esos malos momentos por muchos años”.

Lorena recuerda: “cada vez que abusaba de mi, organizaba retiros espirituales con los jóvenes y me decía que Dios lo perdonaba por lo que hacia y que no lo iba hacer mas pero no era verdad por que volvía a pasar de nuevo todo. En 2018 ingrese a la universidad a la carrera. Gestión Organizacional y RRHH y el también ingreso a la misma carrera donde eramos compañeros, habían días en los que me seguía cuando no me quería ir con el, me molestaba cuando yo hablaba con algún compañero . Los hechos sucedieron con frecuencia hasta la edad de mis 18 años. Nunca lo había contado antes por evitar problemas en la iglesia y por que pensaba que nadie me iba a creer”.

Al igual que la víctima anterior Lorena también se refugió en sus afectos para afrontar lo que se vendría con la denuncia judicial y el impacto en la comunidad religiosa. “Lo hago público porque quiero que en la iglesia (de los Cáseres) sepan mi versión de lo que pasó, porque se que muchos van a creer lo que dicen los padres de él”, explicó sobre la decisión, de exponer mediáticamente su vivencia.

“El viernes 8 de noviembre les conté a mis papás lo que me sucedió y ellos inmediatamente les cuentan a los pastores (padres de Luis Fernando Caseres). Esa noche llegaron a mi casa pidiendo perdón y que ellos se habían enterado el día anterior porque Luis les había confesado que él abusó de mí y nos dijeron que no hagamos ninguna denuncia, que su hijo estaba arrepentido, que se pasaba llorando y hasta tal punto de entregarle a su hijo a mi papá solo para que lo golpee con tal de que no haga la denuncia. Me dijeron que piense en el embarazo de su esposa, en la nuevas personas que llegaban a la iglesia y otras cosas mas”, dice la carta casi al final.

En septiembre de este año la primera víctima denunció a Cáseres en la justicia luego de seis años y mucha angustia contenida. La causa caratulada como abuso simple agravado por ser cometido contra una menor está radicada en el Juzgado de Violencia de Género y Protección de Menores, que hasta la semana pasada estaba a cargo de la jueza Gabriela Asís que luego renunció para asumir como ministra de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos.

Lorena llegó a la iglesia polémica cuando tenía 12 años y fueron a buscar a Dios “para restaurar nuestra familia”. Asegura que “los primeros años en la iglesia fueron agradables o yo lo creía así. A la edad de 15 años todo cambió puesto que a esa edad Luis Fernando Cáceres, empezó a abusar de mí”. яндекс

Fuente: https://www.mareaverde.com.ar/

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