El Secretario de Agricultura de la provincia, Ernesto Perez, se reunió ayer con directivos de la empresa Porta, que desarrolló una tecnología de pequeñas plantas de etanol de maíz y derivados de vegetales que se desechan en la provincia. Se harán estudios para ver si La Rioja puede producir etanol. Lo preocupante es que se trata de una empresa largamente acusada por contaminación en Córdoba.
Después de ocho años de reclamos y de tres años a la espera de una respuesta de la Justicia, La Tinta informó que a fines de diciembre se dio a conocer el fallo esperado por los vecinos de barrio San Antonio, en Córdoba, que sufren las consecuencias de la planta de Porta Hnos.
Aunque reconoció que la planta no cuenta con Estudio de Impacto Ambiental de la Secretaría de Ambiente que exige la ley para la actividad que realiza la fábrica desde hace años, y que tampoco se convocó a Audiencia Pública, el Juzgado Federal, a cargo del juez Miguel Hugo Vaca Narvaja le otorgó 90 días hábiles a Porta Hnos. para presentar dicho estudio. Pero el magistrado no abordó lo principal: la denuncia por contaminación.
Qué elementos hay en la causa
En el marco del juicio por Porta Hnos., en abril declaró Marcos Tomasoni, integrante del Colectivo Paren de Fumigar, y especialista en Diseño e Ingeniería sustentable. Tomasoni es además un especialista en el estudio de contaminantes dispersos en fumigaciones y participó en el peritaje realizado en 2014 en las inmediaciones de la planta de Porta Hnos. en el marco de la investigación que llevó adelante el fiscal provincial José Mana, quien terminó archivando las denuncias contra Porta en 2015.
El perito manifestó que quedó confirmado durante los muestreos y mediante las auditorías del Centro de Investigación y Transferencia en Ingeniería Química Ambiental de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la presencia de “elementos tóxicos en el aire” en las inmediaciones de la fábrica en cuestión, incluyendo: etanol, acetaldehído, formaldehído, fenoles, hidrocarburos, xileno, tolueno, entre otros compuestos que derivarían de la producción de bioetanol.
Por otra parte, en relación con los relevamientos epidemiológicos, el coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud y Médicos de Pueblos Fumigados (REDUAS), Medardo Ávila Vázquez, dejó en claro que en la zona han ido en aumento las tasas de enfermedades dérmicas, respiratorias, gástricas y oculares. También se observó la proliferación de otras patologías como cefaleas, abortos espontáneos y nacimientos con malformaciones.
La defensa de Porta
Los testimonios presentados por Porta Hnos. – el Ing. Augusto Edgar Gallardo; las médicas Nilda Gait y Nora Glastein; Roberto Pepino Minetti; el Ing. Augusto Edgar Gallardo; y Francisco Brussa- tendieron a reducir el peso de los argumentos relativos al impacto socio ambiental de la actividad productiva y aseguraron que la firma cumple con las normas ISO 14.000. Lo cierto es que la producción de bioetanol forma parte del plan estratégico de expansión de negocios de la compañía. Según publicó el diario Comercio y Justicia en enero del año pasado, Porta Hnos. comenzó a exportar mini destilerías de bioetanol a otros países de América Latina.
El 12 de junio pasado se completó la etapa de pericia socio ambiental en el juicio por el amparo de 2016, con una encuesta territorial y una inspección ocular realizada en el barrio donde opera la planta de bioetanol. En esta inspección cuyo objetivo fue el de constatar prueba documental, participaron el juez Vaca Narvaja, la fiscal Graciela López de Filoñuk, los de los vecinos organizados, los abogados de Porta Hnos., y dos habitantes de la zona. A partir de ese momento se abrió un periodo de vigilia para los vecinos que culminaría a fines de agosto, con la resolución definitiva de la Justicia Federal.