El Gobierno provincial decidió introducir la perspectiva de género dentro de su gestión y en ese marco la leyenda de La Chaya fue resignificada con el objetivo de darle otro mensaje.

Para hablar sobre esta resignificación, la directora de Innovación Cultural, Aldana Cuello, – y Victoria Estrada -coordinadora de Planes y Proyectos Educativos del Ministerio de Educación- detallaron el contexto en el que se decidió avanzar con este nuevo mensaje que se le dio a la leyenda y los objetivos que se pretenden lograr.

¿Cuál es el sentido primordial de la resignificación de la leyenda de la Chaya?

Victoria Estrada: Desde el área donde trabajo, la Secretaría de Planeamiento Educativo empezamos a organizar el Educa Chaya, que apunta a enseñar la tradición y los valores de la Chaya principalmente a través de la literatura para luego hacerlo transversal con otras ramas del arte. Para esto se iba a hacer en un Rincón Infantil la narración en voz alta de la leyenda oficial de la Chaya. Cuando me la pasan veo que era una leyenda que no tenía perspectiva de género.

La leyenda estaba centrada en Pujllay, se lo mostraba como mujeriego, fomentando el alcohol y basado en el amor no correspondido porque Pujllay no sentía el mismo amor que sentía Chaya por él, ella se va a las montañas y llora y ahí se convierte en nube. Luego él por culpa o remordimiento la busca y no la encuentra. Entonces me pareció que no era un mensaje que esté adaptado a estos tiempos en los que se necesita una perspectiva de género y un respeto a la diversidad, las leyendas son una construcción social. Y especialmente con esto de Educa Chaya que está dirigido a niños y niñas. Entonces pensé que tenía que haber una adaptación de la leyenda, empecé a trabajar con eso. Después un poco la idea se difundió y se decidió hacerlo oficial para dar un mensaje positivo, que tenga perspectiva de género y fundamentar esto.

La Chaya es amor por tu pueblo porque se trata de un encuentro entre Chaya y Pujllay y ambos con un amor propio y que además conserva la historia del amor entre ellos pero ya no está basado en lo que era antes, es decir, ya no es un amor no correspondido sino que es un desamor a partir del desencuentro por la razón de que Chaya va hacia la montaña para buscar agua para su pueblo. Chaya es amor por tu pueblo, es encuentro, amor y alegría.

El objetivo primordial de esta resignificación de la leyenda es que tenga perspectiva de género, que básicamente significa pensar los tiempos que corren desde la igualdad y el respeto a la diversidad. La importancia del amor propio y del amor por el otro es esa, pensarlo desde ese lugar.

Aldana Cuello: Hay algunos elementos que me parecen muy interesantes y que están dentro de la Leyenda de la Chaya porque esta leyenda se viene construyendo popularmente en la historia de La Rioja tiene muchos significantes internos, es una metáfora que tiene que ver con una cultura indígena, con la memoria histórica del pueblo de La Rioja y por eso es muy importante poder resignificarla porque las leyendas y los discursos se van construyendo a través de una historia popularmente y que van tomando significados del contexto en el que se sitúan.

Hoy estamos en un contexto en donde hay otras demandas, otras subjetividades y otros cuerpos que están apareciendo y que es necesario tenerlos en cuenta. Entonces resignificar la Chaya al incluir la perspectiva de género, tiene que ver no con salirnos de la esencia de la tradición sino todo lo contrario, es volver a la tradición para darnos cuenta que hay una construcción que se ha hecho sobre la leyenda que no corresponde a la epistemología indígena que contiene esta leyenda y que tiene elementos significativos muy interesantes como por ejemplo lo que es el Pujllay y la Chaya y el vínculo que establecen entre ellos tiene que ver con la epistemología indígena, de una dualidad, que tiene que ver con fuerzas de lo masculino y lo femenino que a su vez están como imbricadas centro de una cosmología indígena y que tienen que ver con nuestra memoria y nuestra historia de La Rioja.

Hay muchos significantes que no tienen nada que ver con nuestra historia de La Rioja y que se han ido construyendo en un sistema patriarcal y nosotras desde el feminismo estamos tratando de resignificar porque no tiene que ver con la historia sino todo lo contrario.

¿Dónde se incluye la perspectiva de género en la historia?

V.E.: La perspectiva de género en la leyenda aparece en que la historia de Chaya y Pujllay, ya no se basa en un amor no correspondido sino en un desamor producto de un desencuentro. Lo que se introduce es que Chaya es una mujer fuerte, que además del amor que había aprendido a desarrollar por Pujllay, un amor propio y que también amaba mucho a su pueblo. Esto significa que más allá del amor que uno puede sentir por el otro, si hay amor propio también puede haber independencia, libertad, que no se genere una dependencia en las relaciones afectivas porque en la historia anterior decía que Chaya estaba perdidamente enamorada de Pujllay y que ante la no correspondencia se va a las montañas a llorar. Eso no. Esto es: está enamorada de Pujllay pero también se amaba mucho a sí misma y sentía mucho amor por su pueblo, razón por la cual se va a las montañas en busca de agua para solucionar uno de los problemas grandes del pueblo que era la sequía.

A.C.: Nosotras insistíamos mucho en la importancia de esto, de que Chaya sienta amor por su pueblo porque también dentro del feminismo nosotras cuando hacemos política hemos construido la afectividad, la sensibilidad como una categoría política para planificar y para pensar discursos y formas de pensar las realidades y actuar en la realidad. Esa también es una característica de esta época y de los feminismos, que incluimos como categoría política para pensar y decir la realidad: la afectividad y la sensibilidad. Entonces el amor por el pueblo es una categoría política muy importante que muestra que Chaya es mucho más que un amor no correspondido.

Victoria Estrada y Aldana Cuello.

¿Cuál es la imagen de la mujer en esta leyenda resignificada?

V.E.: Chaya es una mujer fuerte y muy bella. Eso se respetó tal cual estaba pero si uno lo analiza en el contexto que está la leyenda ahora, el mensaje es que fuerte tiene que ver con la fortaleza propia de la mujer y muy bella se refiere a que en realidad la belleza es subjetiva, no esa belleza estereotipada que responde a ciertos cánones a los cuales estamos acostumbrados bajo un sistema patriarcal. Esa son las características de Chaya. También es muy independiente.

¿Qué valores se tratan de inculcar a través de esta nueva historia?

A.C.: La memoria histórica, nuestra memoria y nuestra historia se construyen bajo un montón de significantes que algunas veces son patriarcales y que han contaminado esa tradición porque en los pueblos indígenas el género ni siquiera existía. Es una construcción teórica de la modernidad. Entonces esa desigualdad de género no existía porque no existía el género como concepto ni como práctica en nuestra cultura indígena. Esto es algo muy interesante para pensar porque no estamos destruyendo esta tradición sino al revés, estamos recuperando lo que realmente se vivía y se practicaba, se sentía y se pensaba en la cultura indígena y que lo tenemos instalado en nuestro cuerpo pero que necesitamos resignificarlo para dejar de excluir y de violentar a otros.

¿Quiénes son los principales destinatarios de este mensaje?

V.E.: Todos son el destinatario de este nuevo mensaje. Inicialmente fueron los niños por el Educa Chaya pero después se hizo como más expansivo en todo esto de que es una política de Estado del Gobierno provincial introducir la perspectiva de género. Hacerlo transversal también implicaba que la leyenda que se reproduzca como patrimonio de memoria sea esa, que incluya esa perspectiva de género, rescatar la dualidad y este sentido de lo complementario. Es decir, Pujllay y Chaya se complementan.

A.C.: Eso es algo que va a pasar después con los sistemas patriarcales donde lo masculino viene a reemplazar a lo femenino. Pero previo a eso hay una complementariedad entre lo femenino y masculino, como fuerzas que se complementan y no como géneros. Esto es importante porque es un detalle que tiene que ver con esta leyenda que viene de la cultura indígena y que no tiene nada que ver con el reemplazo del rol masculino sobre lo femenino sino todo lo contrario, la complementariedad, por eso es amor por el pueblo también.

¿Cuáles son las principales acciones que se realizarán para difundir esta nueva historia?

V.E.: Yo creo que los medios de comunicación son fundamentales para que se difunda y se conozca que esta es la leyenda oficial en base a todos estos fundamentos de los que estamos hablando. También es necesario que los principales ministerios vinculados al tema de la Chaya en febrero, como por ejemplo, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Culturas y el de Turismo porque tienen un rol fundamental en la transmisión y en la difusión del mensaje y la identidad chayera que se quiere dar. También de manera directa se pueden organizar reuniones para comunicar este nuevo sentido también a los y las artistas que van a estar arriba del escenario en la Chaya es muy importante decir esto, esta resignificación de la Chaya y de lo que hace a la identidad nuestra.

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