*Por Juan Pablo Parrilla

En la esquina de Bazán y Bustos y Joaquín V. González hay cuatro locales vacíos, uno al lado del otro. Dos corresponden a comercios que se mudaron y otros dos no tienen rastros de sus anteriores ocupantes. La postal se repite en varios puntos del centro de La Rioja, aunque no todos se lo atribuyen a las mismas causas. EL FEDERAL consultó a los sectores comercial e inmobiliario para ver cuánto impactaron las restricciones por la pandemia en plena recesión y qué datos duros hay hasta el momento.

Según una encuesta nacional de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA), al 15 de mayo el 27% de los comerciantes del país no había pagado el alquiler de su local, mientras que el 22% lo había hecho de manera parcial y un 5% rescindió su contrato. Esas cifras en La Rioja son más altas. El sondeo arrojó que el 43% de los comerciantes no pudo cancelar el alquiler, el 9% lo hizo parcialmente y el 2% rescindió su contrato.

Encuesta de FIRA.

Los resultados de la encuesta de FIRA son relativamente similares a los de un reciente sondeo de la consultora riojana CAE, realizado entre la última semana de mayo y la primera de junio, que detectó que el 42% de los comerciantes no pagó el alquiler de mayo y el 20% lo hizo de manera parcial.

Encuesta de CAE.

En el Centro Comercial e Industrial de La Rioja están muy preocupados. “Esto camina sobre los tiempos del Estado, que son diferentes a los nuestros”, planteó a EL FEDERAL su titular, Carlos Bazán. Y precisó que en lo que fue la primera semana de apertura comercial en la provincia, las ventas fueron, en promedio, un 42% de lo que facturaban antes del inicio de la cuarentena.

La crisis a la que se refiere Bazán no es ninguna novedad, porque era un coletazo esperable de la cuarentena obligatoria en plena recesión. La pregunta es si esto tiene que ver con la proliferación de locales vacíos en el centro de La Rioja. El último de los informes que la CAME realiza semanalmente en la capital provincial y al que EL FEDERAL accedió de manera exclusiva encontró que de los 150 locales relevados, a principios de marzo el 14,7% estaban “cerrados y vacíos”, mientras que esa cifras trepó al 25% en mayo.

“En su mayoría son casas de ventas de indumentaria”, señaló el informe de la CAME. “Quizás el motivo más predominante es el alto valor de los alquileres, que hizo imposible pagar por falta de recaudación como consecuencia del aislamiento social”, añadió.

Cartel en el bar El Griego antes de la apertura del sector gastronómico: “Ayuda: nos estamos fundiendo”.

Sin embargo, no todo es negativo. La CAME advirtió que “se produjo un gran crecimiento de nuevos comercios en los barrios periféricos, básicamente en la zona sur, siendo varios de ellos los que estaban en el microcentro y se trasladaron a los diferentes barrios”. Esto es posible que se deba a la habilitación permanente de los comercios de cercanía durante el aislamiento obligatorio.

Para Luciana Porras Luján, presidente de la Cámara Inmobiliaria y secretaria de la Cámara Empresarial, el problema de los locales sin inquilinos no es tan grave como parecería ser. “La mayoría de los locales que están vacíos desde hace tiempo son por abuso de los propietarios en los valores y los incrementos. Desde las inmobiliarias tenemos una alta rotación. No hay un cartel de inmobiliaria que esté más de 6 meses, salvo algunos casos muy puntuales, por las características del local”, explicó a EL FEDERAL.

“En La Rioja hay locales muy importantes que son manejados directamente por propietarios, que son de algunas familias que se manejan sin intermediarios y cobran el doble o el triple que las inmobiliarias, cifras que nadie va a querer pagar. Y si pedís un 50% de actualización anual, no podés tener garantías de que se termine ese contrato. La persona que hace una inversión necesita saber que va a poder pagar. Esas garantías no las tenés cuando se hacen contratos directos con esos requisitos”, planteó.  

Ante ese panorama, la Cámara Inmobiliaria sugiere desde hace unos años que la actualización anual de los contratos de alquiler no supere el 30%. “Si no, no te dan los números, porque en La Rioja no hay un flujo comercial como el de Córdoba u otras ciudades grandes, por la cantidad de población. El costo de amortización es diferente”, alegó Porras Luján.

La pandemia sumó un enorme problema extra para los comerciantes. Aun así, Luján Porras hizo una reflexión optimista. “Hemos tenido problemas con los alquileres, pero se pudieron resolver. Aunque a veces incluso llegamos a la peor de las negociaciones, no tenemos ningún caso de una resolución de contrato por esta pandemia. Logramos hacer entender a los propietarios que si se va el inquilino, quizás no lo alquile -con suerte- hasta diciembre. Por eso a veces es preferible reducir el valor del alquiler y ver mes a mes cuándo se puede normalizar el pago”, concluyó.

No obstante, el informe de CAE sugiere que muchos emprendimientos estaban al límite del cierre cuando el gobierno provincial anunció la apertura escalonada de distintos sectores comerciales. El 29% dijo que si las restricciones hubieran seguido en junio, deberían haber cerrado sus puertas, lo que coincide con otro dato: que se rompió la cadena de pagos. El 30% dijo que no pudo cumplir con el pago a proveedores, y la mitad, que lo hizo parcialmente. Sólo uno de cada cinco canceló sus deudas con normalidad.

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