El concejal “Freddy” Herrera Gómez, acusado de violencia de género, votó en contra del inicio del juicio político en su contra. Aunque parezca ridículo, eso fue lo que ocurrió. Y fue clave, porque sino la votación hubiera terminado 7 a 7 y el viceintendente Guillermo Galván hubiera tenido que desempatar.
Todo comenzó cuando en medio de una sesión en la que se estaban leyendo los dictámenes a favor y en contra del inicio del juicio político, el concejal Nelson Johansen pidió una “moción de orden” para que se vote en esa sesión. La maquiavélica jugada terminó en un escándalo durante la sesión.
¿Qué ocurrió? Como todavía no se había constituido el tribunal en contra Herrera Gómez, o sea, no estaba acusado, sino denunciado, podía votar. Por ende, pudo votar en contra de la iniciación de su juicio político. La votación terminó 8 a 7 a favor del archivo de la causa.
Sin embargo, la oposición abrió el paraguas. “Tendremos que ver las consecuencias legales que habrá porque no se cumplieron los pasos establecidos”, denunció la concejal Luciana De León, en sintonía con el resto del bloque de Juntos por el Cambio.
“Narváez, Marenco y los 5 concejales del bloque del PJ hicieron un desastre, el mismo concejal Herrera votó y se absolvió. Por esto se debería modificar la normativa, porque se permite que el denunciado se vote a sí mismo, algo que es ilógico”, sentenció.
Y concluyó: “La concejal Marenco nos acusó que nos importaba la banca y no la víctima, pero el concejal Herrera era de nuestro bloque, sigue estando afiliado al radicalismo y podríamos habernos hecho los tontos para cubrirlo, pero no lo hicimos”, afirmó.
Una pregunta queda en el aire. Si hay un conflicto de intereses, ¿no se debería haber abstenido de votar?