[REDACCIÓN EL FEDERAL] El gobierno de La Rioja informó a la bolsa porteña que mantiene conversaciones con los tenedores del fallido bono verde para alcanzar un acuerdo que saque a la provincia del default y evite un juicio en Nueva York, como le sucedió a Entre Ríos.
La Rioja tenía que cancelar una cuota de intereses del bono RIF25 el 24 de agosto, pero no lo hizo, por lo que luego del mes de gracia que contemplaba la emisión la provincia cayó en default.
Ante ese escenario, el ministro de Hacienda, Jorge Quintero, envió una nota la Gerencia Técnica y de Valores Negociables de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en la que avisó que “la provincia de La Rioja continúa trabajando en el proceso de reestructuración de su deuda pública”, según publicó Radio Fénix.
El riesgo es un juicio en los Estados Unidos, porque los bonos se emitieron bajo legislación de Nueva York. Esto quiere decir que cualquier conflicto será dirimido por los jueces de esa ciudad, como ocurrió con los holdouts durante el gobierno de Cristina Kirchner y con un grupo de acreedores que en los primeros días del año demandó a la provincia de Entre Ríos por una deuda de 500 millones de dólares.
En el caso de La Rioja, la deuda es por 300 millones de dólares más los intereses generados por la emisión de los bonos verdes. El dinero se iba a destinar a obras de ampliación del Parque Eólico, la enorme mayoría de las cuales no se concretaron. Por el caso hay una denuncia penal presentada por cuatro diputados opositores, pero que fuentes judiciales confirmaron a EL FEDERAL que no avanzó.
La cuota de los bonos que venció en agosto era de intereses, así como también lo era la cuota que debía ser abonada el próximo 24 de febrero. En tanto, para la misma fecha del 2022 estaba prevista la primera cancelación de capital, algo que está claro que no sucederá.
Esto que parece tan lejano tiene sus consecuencias. A nivel provincial, minará la confianza de potenciales inversores, pero también actuará como un obstáculo a futuro ante una eventual colocación de deuda.
A nivel nacional, el default de las provincias es un obstáculo para las ambiciones de la Casa Rosada de lograr un acuerdo con el FMI y salir a los mercados a tomar deuda en condiciones no tan desfavorables.
Por eso, el ministro de Economía, Martín Guzmán, citó a sus pares provinciales –entre ellos, Quinteros- para una reunión que se concretó ayer. Allí el funcionario nacional pidió que las provincias priocen buenos tratos (“sostenibles” fue al palabra que utilizó) antes de llegar a un acuerdo rápido.