Distintas familias cortaron la ruta para que el gobierno provincial cumpla su promesa de construir casas en lugar de monoblocks para cada familia en las tierras que tomaron en los asentamientos Francisco II y Ricardo Clemente

El reclamo puntual de este miércoles tiene que ver con una reunión que tuvieron en la mañana, donde funcionarios del gobierno les dijeron a quienes ya tienen viviendas o habitaciones construidas que les comprarían las propiedades o les pagarán lo que valen.

Por ese motivo, la gente quedó disconforme porque afirman que “queremos que nos dejen vivir en los terrenos que ocupamos y que no nos trasladen a otras zonas“, teniendo en cuenta que muchas familias ya comenzaron a construir su vivienda.

Con respecto a las opiniones de otros oyentes criticándolos de “vagos y que acepten lo que les da el gobierno”, respondieron que “nosotros somos gente de trabajo, hay vendedores ambulantes, empleadas domésticas, recolectores en las fincas, no pedimos nada regalado porque vamos a pagar nuestras casas”. 

Los polémicos argumentos de los vecinos

Una vecina se quejó que además de hacinarlos, los obligaránn a vivir con vecinos que no conocen. Señaló que “yo no sé si la gente que pongan con nosotros van a hacerle algo a mis hijos, quieren ponerlos en el terreno que yo me ocupé de limpiar durante tres años“. 

Grave denuncia

Según la mujer, este plan de viviendas en monoblock fue un arreglo que hizo la dirigente de dichos asentamientos, Jesica Palomino.

Por otra parte, denunció que Palomino viene haciendo varias irregularidades, entre ellas vender la mercadería que le da Desarrollo Social para los merenderos de los asentamientos.

“Yo la vi descargando la mercadería de una camioneta 4×4 negra y la vi vendiendo las cosas”, afirmó.

También indicó que la mujer pedía plata a la gente por ocupar esos terrenos. “Nos pedían 5 mil pesos por terreno y después 1500 para hacer la bajada de la luz” sentenció.

Fuente: Fénix

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