El escándalo del ahora exministro de Salud Ginés González García, por reconocer que vacunó a muchas personas, entre ellos un periodista militante, diputados, gremialistas y su familia, y otros funcionarios, le costó el puesto a pedido del Presidente de la Nación, Alberto Fernández.

A partir del escándalo, comenzó a multiplicarse en varias provincias del país, el rumor de vacunaciones paralelas, vacunaciones militantes y vacunaciones VIP para funcionarios municipales y de gobierno.

Ahora, ¿ qué hay de cierto sobre los rumores de las vacunaciones militantes VIP en La Rioja?.

En los últimos días, EL FEDERAL recibió muchos mensajes de quienes son los privilegiados y que se vacunaron, del cual, “alguien”, dio la autorización para que reciban la dosis, fuera del cronograma difundido por el Ministerio de Salud de la provincia.

El miedo a perder el puesto de trabajo, en una provincia donde todo se conoce, hace muy difícil corroborar la información, en algunos casos dada por propios funcionarios del gobierno provincial, indignados por tal práctica.

Un conocido periodista de La Rioja, tuvo una situación muy particular. Se difundió en las redes sociales un audio de una conversación privada, donde este periodista da nombres y apellidos de varias personas y funcionarios que habrían recibido la vacuna rusa.

Antes de que esto se transformara en un escándalo, tuvo que salir a pedir disculpas a las personas que nombró en el audio, y redujo su descargo diciendo que “solo replicó rumores que nunca pudo confirmar”.

Pero a veces las cosas caen por su propio peso, y algunas personas no miden las consecuencias de sus actos, cuando difunden sus “estados” en las redes sociales con total inocencia o como también puede ser, ignorancia y en el peor de los casos, ostentación de poder.

Varios fueron los mensajes a nuestra redacción, por publicaciones con foto de cuadrillas y sus coordinadores de la Secretaría de Gobierno, que se vacunaron, y que en ningún medio oficial se dio a conocer.

“¿Cual es el criterio de personas con prioridad para vacunarse?, dijo un alto funcionario de gobierno al ser consultado sobre estas publicaciones, y que pidió no dar su nombre. Agregando, “los primeros en vacunarse tienen que ser el personal sanitario, adultos mayores, policías y maestros, tal cual se diagramó desde el ministerio, ¿de verdad estas cuadrillas de personas muy jóvenes tienen prioridad?”, dijo a nuestra redacción.

Buscando en las redes sociales, hasta uno de ellos, tuvo la oportunidad de postear con humor su vacunación:

Pero en las últimas horas, se viralizó en La Rioja, varias fotos de documentos supuestamente emitidos por el Hospital de la Madre y el Niño, con nombres y apellidos de funcionarios, periodistas, y familiares que recibieron la vacuna.

En medios oficiales nadie habla porque nadie quiere el escándalo crezca a escalas inimaginables con un costo político irreversible para el gobernador Quintela. Pero a raíz de estos documentos que explotaron en WhatsApp, se realizó una denuncia por parte de la oposición.

El diputado provincial Galván dijo que “estamos recibiendo constantemente nuevos datos y nuevos nombres. Hay mucha gente con miedo, que manda datos por privado, pero a medida que se vayan recibiendo nombres, se irá ampliando. Es por eso que decidimos que la ampliación de la denuncia se realizará mañana. Estamos recibiendo muchos nombres, pero tenemos que ser absolutamente serios y chequearlo bien”, explicó.

Al respecto, el “Plan Estratégico para la Vacunación Contra la COVID-19 en Argentina” del 23 de diciembre de 2020 especifica que la población en riesgo por exposición y función estratégica es el personal de salud, las fuerzas armadas, de seguridad y penitenciarias, el personal docente y no docente de la educación obligatoria (inicial, primaria y secundaria).

Incluye también otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones, en la que podrían caber servicios esenciales como bomberos voluntarios, defensa y protección civil y servicios públicos municipales), pero con una aclaración importante: siempre que haya disponibilidad de dosis.

También el plan indica que la población con riesgo de enfermedad grave es: los adultos de 70 años y más, las personas mayores residentes en hogares de larga estancia, los adultos de 60 a 69 años y los adultos de 18 a 59 años de grupos en riesgo.

Quizás estas cuadrillas y coordinadores que dependen de la Secretaría de la Gobernación sean de alto riesgo por su trabajo, y quizás sea el argumento ante la cuestionada prioridad de quién se debe vacunar, lo sabremos en unos días.

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