[REDACCIÓN EL FEDERAL] La escena final la vieron todos: un patrullero terminó estrellado contra el frente de una casa en el barrio Evita. Pero la historia había comenzado mucho antes, cuando un joven llevó su VW Gol a un taller del barrio San Martín para arreglar un problema eléctrico. EL FEDERAL reconstruyó todo lo que siguió después.

Fuentes policiales precisaron que un joven de 26 años, de apellido Tersagui, le dejó su auto a Mauro Fabián Badino, de 32 años, con domicilio en el barrio Alunai. Cuando fue a retirarlo, no halló el vehículo y decidió hacer una denuncia en la comisaría tercera, por lo que se emitió un alerta a todos lo móvil.

Según la versión de la policía, el vehículo fue divisado cerca de las 4.30 por un patrullero que circulaba por la calle Olta y, cuando le pidió que se detenga, comenzó una interminable persecución.

Así la describieron las fuentes consultadas: “El auto siguió hacia al oeste y cuando llegó al terraplén de la Vieja Estación, donde hay un vado, lo agarró tan rápido, que rompió el cárter y empezó a perder aceite. Ahí tomó por Facundo Quiroga, luego San Martín y se fue hacia el barrio Evita. Siguió y llegó a la zona del supermercado Mayor, en el acceso sur, y tomó por la colectora hacia el este. Pasó la agencia Andina y, en lugar de ir por la rotonda, pasó por arriba del cantero, la ciclovía y siguió por la avenida 1 de marzo hasta la avenida Malvinas, donde giró en U y retomó para el otro lado. Antes de llegar a la avenida Angelelli agarró una calle que sube, cruzó por Laprida y empezó a escapar de nuevo. En la calle Bulnes empezó a ir de contramano y cuando el patrullero quiso bloquearlo, lo quiso chocar, el policía que conducía lo intentó esquivar y terminó chocando contra el pilar de una casa que estaba en la esquina”.  

El resto de los móviles que iban atrás, según la versión policial, continuaron con la persecución. Recién lograron frenarlo cerca de la universidad, porque el auto se fundió. ¿Quién conducía? Badino, el mecánico. Así quedó el vehículo:

El control de alcoholemia, siempre según las mismas fuentes, arrojó que Badino tenía 0,42 gramos de alcohol por litro de sangre.

“Había arreglado el auto y salió con una chica. Dijo que tomó dos latas de cerveza”, precisó una fuente cercana al detenido.

Ante los rumores de que la persecución fue inventada para justificar el choque, la policía hizo circular el acta de detención del ciudadano.

La casa chocada, en tanto, fue arreglada por la propia policía en la mañana. Desde el cuerpo se comprometieron a arreglar los destrozos.  

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