Se inició la cuenta regresiva para la permanencia de los dominicos en territorio riojano luego de haber transitado más de 470 años. La última misa será celebrada el próximo 8 de agosto en coincidencia con la Fiesta de Santo Domingo. Un sacerdote diocesano quedará al frente del histórico templo declarado Monumento Nacional.

Según los antecedentes de la historia, la presencia de la Orden de los Dominicos en La Rioja se remonta al año 1550, cuando llegó a tierras riojanas el misionero Alonso Trueno, y en tiempos de la fundación de la Ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja la congregación recibió el solar emplazado en la céntrica esquina de las calles Pelagio B. Luna y Lamadrid.

Durante todo este tiempo, la congregación tuvo distintos responsables y, desde el año 2011, quedó al frente como Superior de la Comunidad Dominica el fray Guillermo Fernández Beret, quien estuvo acompañado en el servicio por distintos sacerdotes hasta que últimamente lo secundaba como teniente cura el padre Daniel Gordillo y el hermano Miguel Ángel Ponce de León.

La noticia sobre el cierre del Convento de Santo Domingo en esta ciudad la había anticipado el 15 de abril del año pasado el obispo Dante Gustavo Braida, quien comunicaba que “después de más de cuatro siglos de presencia en el actual territorio de la provincia, los frailes dominicos dejarán la Diócesis de La Rioja”, y también agregó: “con algunas breves interrupciones, los frailes estuvieron presentes en la vida del pueblo riojano ejerciendo su vocación misionera, y muchos patronos dominicos de localidades de la provincia, especialmente en los Llanos, dan testimonio de su presencia”.

Braida reconoció que, “lamentablemente, la actual situación vocacional de la Orden en particular y la Iglesia en general llevó al último Capítulo Provincial de la Orden, realizado en el mes de diciembre de 2019 en Tucumán, a la dolorosa y difícil decisión de cerrar dos de sus casas: una de ellas es la de La Rioja. El Maestro General de la Orden aprobó en los últimos días esta decisión”. El otro convento que también se levantará está ubicado en la provincia de Santa Fe.

A días de abandonar la Diócesis riojana, Medios El Independiente dialogó con el superior fray Fernández Beret, quien confió: “nos quedan pocos días en La Rioja, nuestro último día será el 11 de agosto, y me quedaré un par de días más para ultimar todos los detalles de la entrega de la casa a la Diócesis, donde se celebrará un convenio y se entregarán en comodato todos los bienes”.

El padre Arturo Carabajal, oriundo de Tucumán, pero con varios años de trabajo pastoral en La Rioja, asumirá la conducción del Convento de Santo Domingo, para lo cual ha mantenido varios encuentros con Fernández Beret para finiquitar el traspaso del templo y todo el predio que ocupa en el centro de esta capital.

Sobre el futuro de Fernández Beret, de Gordillo y del hermano Ponce de León, aún no está definida la situación, que será analizada con el Provincial de la Orden en un próximo encuentro y para lo cual se barajan distintas posibilidades.

Como se sabe, la Orden local tiene bajo su responsabilidad el templo histórico y el convento, y se sumó el predio ubicado entre las calles Bazán y Bustos y Santiago del Estero, donde antiguamente se lo había destinado para la práctica deportiva, pero después fue alquilado a una firma particular que la transformó en una playa de estacionamiento que se mantiene hasta la fecha.

Fernández Beret admitió que “nuestro alejamiento de La Rioja genera un sentimiento de tristeza, pero también de mucha expectativa por el futuro que sin dudas brindará un buen servicio”. La Rioja pertenece a la provincia de Argentina de San Agustín, que junto con la de Chile tiene como provincial al fray mendocino Juan José Baldini, con sede en la Ciudad de Buenos Aires, aunque en estos momentos por la situación sanitaria se encuentra en el vecino país.

En el último mensaje del pasado 1º de enero durante la fiesta de San Nicolás, el obispo Braida dijo que “este año tendremos que asumir la atención pastoral del Convento de Santo Domingo”, al tiempo que extendía su agradecimiento “por la fecunda misión realizada por los frailes dominicos durante cuatro siglos en lo que es hoy el territorio de nuestra diócesis”, y se esperanzó: “la Orden y la Diócesis no quieren que la impronta dominicana se desvanezca en La Rioja, pues la presencia de la familia dominicana se prolongará a través del laicado y de las Hermanas Dominicas de San José. Los frailes y el obispo diremos discerniendo de qué manera el histórico convento y el templo puedan seguir siendo un centro de irradiación del Evangelio”.

El Independiente

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