El presidente de Perú, Pedro Castillo, hizo mención al servicio militar durante su discurso de asunción y anticipó que “los jóvenes que no estudian ni trabajan” deberán cumplirlo. Agregó también que los “delincuentes extranjeros tendrán 72 horas para salir del país“.
“Sabemos que la seguridad es uno de los problemas más sentidos por la población. La Policía Nacional es el pilar sobre el cual la actividad pública lucha contra este mal, pero eso no es suficiente”, sostuvo Castillo a continuación.
Bajo la misma línea, insistió en la necesidad de “expandir el sistema de las rondas de autodefensa, que no es otra cosa que la población organizada para dar seguridad a toda la población”. Para ello, buscará “convocar a la ciudadanía a conformarlas donde no existan”.
“Las rondas serán incluidas en el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana”, con “un presupuesto para dotarlas de logística necesaria”, detalló para luego prometer: “Esta vez hay un gobierno del pueblo que ha llegado para gobernar con el pueblo y para el pueblo”.
A lo largo de la ceremonia, a la cual asistió el presidente Alberto Fernández junto a otros jefes de Estado, Castillo explicó que sus prioridades de Gobierno serán la atención a la pandemia de coronavirus y la reactivación económica.
En el primer caso, aseguró que se deben maximizar los esfuerzos para garantizar la vacunación total de la población en el menor tiempo posible, además de que durante su gestión impulsará la creación de un sistema de salud universal, gratuito y descentralizado.
En relación a la economía, lamentó que en los últimos 30 años se hayan discutido las falencias del modelo neoliberal implementado en los años 90 sin que ningún Gobierno escuchara a las mayorías que exigían una transformación.
“La población pide cambios. ¿Es cierto que esos cambios implican poner en riesgo los logros de las últimas décadas? No, no lo es. Es posible realizarlos con responsabilidad, respetando la propiedad privada, pero poniendo por delante los intereses de la Nación”, dijo.
En ese sentido, el presidente envió un claro mensaje a los opositores que impulsaron una “campaña del miedo” en la que aseguraban que él era un líder comunista que expropiaría ahorros, casas, autos y fábricas.
En ese marco, resaltó: “No haremos nada de eso. Queremos que la economía mantenga orden y previsibilidad, que es la base de las decisiones de inversión. No pretendemos ni remotamente estatizar la economía ni aplicar una política de control de cambios“.
Para dar por concluida la celebración, que tuvo lugar en el Congreso Nacional de Perú, dijo: “Lo que queremos es que la economía de las familias, sobre todo las de menos ingresos, sean más estables y prósperas”.