En un intento de definir el concepto de lawfare, el procurador del Tesoro, Carlos Zannini, comparó a Cristina Kirchner y su militantes con Jesús y sus discípulos. Fue en un panel denominado “Lawfare en América Latina y su impacto en los derechos humanos”, organizado por la Secretaría de Derechos Humanos.

Con alusiones al Evangelio de Mateo, Zannini, uno de los principales guardianes jurídicos de la vicepresidenta, habló de una persecución política contra ella -que la semana pasada fue sobreseída, sin juicio, en la causa que investigaba sus negocios hoteleros con contratistas del Estado- y contra quienes fueron funcionarios de su gobierno.

“A mí en las condiciones de esa celda me habrán escuchado rezar o putear -dijo el procurador del Tesoro, que suele cultivar un bajo perfil, sobre sus días detenido en Ezeiza por el caso Memorándum con Irán-. Uno no debe creerse que es el centro del mundo, el objetivo no era yo, el objetivo era proscribir a Cristina, eso queda claro, y afectar de tal modo la reputación para que no siga ganando elecciones (…). Me pongo evangélico y les digo: persecución hubo siempre.”

Zannini estuvo detenido, con prisión preventiva, imputado por el pacto con Irán. Esa causa se cerró este año, antes de que comenzara el juicio.

Del encuentro, organizado por la Secretaría de Derechos Humanos, participaron también el titular de la Secretaría, Horacio Pietragalla Corti; el Ministro de Justicia, Martín Soria, y la directora de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort. Los medios de comunicación y el Poder Judicial fueron apuntados por los cuatro funcionarios, referentes del Gobierno en materia judicial. El concepto de lawfare para responder a las acusaciones por corrupción fue, una vez más, rector de sus exposiciones.

Zannini insistió en su idea de que “persecución hubo siempre” y dijo: “Leyendo a Mateo el evangelista, capítulo 28 versículo 11, se narran los sucesos ocurridos en torno al sepulcro de Jesús. Imagínense, Jesús se había pasado tres años diciendo que iba a resucitar. Hay dudas históricas respecto de si los que estaban crucificados iban a alguna tumba. Explican que en época sí porque había peste. ¿Qué hizo el poder de turno? Le puso una piedra en la puerta para que no robaran el cadáver porque estaban sospechando que pudiera haber alguna treta. Sin embargo, cuando los guardias descubren que la piedra esta movida y el cadáver no está, corren y van a ver primero a las autoridades judías, a las autoridades religiosas que reúnen el Consejo de Ancianos. Deliberan, salen y les dicen: ‘Quédense tranquilos, ustedes digan que lo robaron los discípulos de Jesús, que nosotros vamos a hablar con Pilato y le vamos a decir que no se preocupe”.

Y continuó con la cita: “Termina diciendo Mateo: ‘Es desde entonces que esa falsa noticia circula por Israel, de modo que ahí están inventados el lawfare para los discípulos y las fake news respecto de qué pasó con el cadáver de Jesús. Miren cómo les fue a aquellos consejeros y cómo le fue a Jesús. No hay lawfare que pueda detener a los pueblos cuando los pueblos se convencen de que tiene que seguir un determinado camino”.

Zannini contó también cómo fueron los días que pasó detenido en Ezeiza. “Me pasé 107 noches leyendo los artículos del Código Penal de los que me acusaban. Terminaba de leerlo y no podía creer que por alguno de ellos estuviera con prisión preventiva, que es como un castigo anticipado. Es de muy difícil reparación. Además de eso, en mi celda, la ocho, al lado en la nueve donde estaba [Mario] Segovia, estaba el micrófono que se ponía para espiarnos ilegítimamente”, denunció.