*Por Angel Flores

Maestros, policías, médicos y enfermeros, y empleados públicos en general, pasaron en dos años a ser pobres y otros en indigentes, según datos del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, que estableció que en noviembre para una familia tipo, se necesitó $75.656,56 para no ser pobre en La Rioja, mientras $31.922,60 para no ser indigente.

El empobrecimiento generado en manos de la inflación (que va muy por delante de los ingresos) hace ajustar cinturones y modificar hábitos de consumo en todas las esferas de la vida. Más bien, el desafío actual de quienes hoy rozan la línea de la pobreza, es poder llegar a fin de mes con todas sus cuentas pagas y satisfacer las necesidades habitacionales, de alimento, vestimenta, transporte y educación de su familia.

Los únicos que se encuentran en el tope de la pirámide de ingresos, son los políticos que tienen algún cargo ejecutivo y que tienen un sueldo promedio de más de 100.000 pesos por mes

A esta desastrosa situación, hay que agregar a unos 30.000 riojanos que trabajan en forma precarizada, y que ganan menos de 30 mil pesos, y que viven de algún plan social provincial o nacional, muchos de ellos con estudios avanzados en alguna profesión universitaria. Claramente pasaron a ser indigentes. De hecho, la preocupación es tan grande que en las charlas de todos los días las palabras “plata”, “precios” e “inflación” parecen ser infaltables.

Hoy los sueldos de la denominada clase media en La Rioja, se licuan los primeros días de cada mes, en pagar cuentas básicas, como la luz, gas, combustible, el cable, sin mencionar a aquellos que tienen contratos de alquiler. Existen otros impuestos menores que ya se dejaron de pagar, como tributos municipales, las placas del auto, o el seguro vehicular.

La mayor preocupación de los riojanos, son las deudas en las tarjetas de crédito, que fueron reventadas en compras en el supermercado o en gastos básicos que antes eran pagadas en efectivo.

La exorbitante inflación mensual, obligó a todos a buscar segundas marcas, menos compras, vivir al día, y gastar si hace falta. Conducta aplicada especialmente por las mujeres de casa, que ven día a día, el aumento de los elementos de la canasta básica, y de aquellos productos de consumo diario como la carne y las verduras.

La carne en lo que va del año, tuvo aumentos semanales, la bola de lomo aumentó un 90%, el asado un 93%, la paleta un 102% y la carne picada común un 140%. El promedio de estos cuatro cortes en lo que va del año aumentaron un 104%”. Con la inflación interanual 46,3%, la cifra en la carne es considerablemente más alta.

En un país paralelo donde el presidente Alberto Fernández dijo que “el crecimiento del país es evidente”, lo cierto es lo que hacen las familias para lidiar todos los meses para que alcance para llevar un plato de comida a los hijos.

Maestros y policías de la provincia, son dos de las actividades más golpeadas por la pobreza y la inflación. En su gran mayoría, ganan menos de 50 mil pesos, siendo los nuevos pobres que debieron ajustar el cinturón para que puedan llegar a fin de mes

Esto se vio en las últimas semanas por el malestar de muchos efectivos policiales que reclaman un mejor sueldo, y mejores condiciones de trabajo por el recargo de horas, custodiando por ejemplo, a casas de políticos riojanos.

El durísimo mensaje de un policía a EL FEDERAL: «hace unos días no tengo un plato de comida porque no me alcanza»

Especialistas en economía y encuestas indican que el 80% de los argentinos dice que la situación va a ser peor en el 2022. Los analistas y el Gobierno hicieron sus pronósticos; un informe internacional subraya que se prevé menor crecimiento económico y mayor suba de precios el año próximo. Prevén que la inflación se mantenga en torno del 50% e 2022, aunque algunos estiran su pronóstico hasta el 65%, casi el doble de la estimación del Gobierno.

Se espera un 2022 con ajustes, más inflación y mayor pobreza, dentro de las proyecciones de especialistas en economía. Otro año donde muchos riojanos tendrán el gran desafío de poder llegar a fin de mes. Otro año de políticas erradas con más de 20 millones de planes sociales en el país, y riojanos más pobres.