El 19 de enero del 2020 Pablo Ventura fue arrestado por el crimen de Fernando Báez Sosa, de 18 años. Fue detenido en su casa de Zárate, donde luego fue trasladado a Villa Gessell y el 21 de ese mismo mes fue excarcelado por falta de pruebas.
De acuerdo a los investigadores fue uno de los diez rugbiers involucrados por el crimen horas después del mismo en Villa Gesell quien señaló a Ventura como uno de los partícipes de la golpiza. Tras esta acusación la Policía lo detuvo por disposición del primer fiscal de la causa, Walter Mercuri.
Pablo Ventura dijo públicamente que no conocía a los acusados, solo los habría cruzado en algún boliche alguna vez, no sabe por qué lo mencionaron en el hecho. “Fernando está muerto. Un chico como yo, muerto. No te voy a decir que esto me arruinó la vida hoy, cuando pasó tanto tiempo, porque los padres y la novia de Fernando tienen la vida arruinada de verdad. Estos pibes hicieron que yo no sea el mismo. Mis viejos no son los mismos. Con lo que me hicieron… qué se puede hacer, nada. La Justicia es para Fernando y por todo lo que arruinaron al sacarlo del mundo”, dijo Ventura en una reciente entrevista.
“El deporte te abstrae de todo. Los meses de aislamiento, que no pude estar en el agua, me deprimí mucho, estuve muy mal. Ya no hay nadie que no me conozca. Es incómodo que me digan ‘Hola Pablo’ y que te hablen del tema sin conocerte. Te remueve todo. Y estamos en Zárate, de donde son ellos (por los rugbiers detenidos). Siempre va a ser tema lo que hicieron. Y no está mal que sea así”, agregó.
En este último tiempo, Ventura demandó al Ministerio Público Fiscal del Poder Judicial bonaerense por 10 millones de pesos como resarcimiento por los daños sufridos por esa “infundada e injusta detención”. La demanda fue presentada por su nuevo abogado, Marcelo Olmos, ante el Juzgado de 1ra. Instancia en lo Contencioso y Administrativo de Dolores.