Mauricio Macri se reúne con todos los dirigentes que lo llaman, desde el gobernador jujeño Gerardo Morales, con quien se vio en diciembre pasado hasta el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta, que viajó a Cumulén para un encuentro que se realizó durante el último fin de semana. Días después mantuvo una larga reunión con legisladores del PRO de Neuquén y Río Negro y espera la llegada, para la semana próxima, de Patricia Bullrich, presidenta partidaria.
Como dice su ex compañero de fórmula Miguel Ángel Pichetto, el ex Presidente “es más sabio ahora, que dejó el poder, que cuando gobernaba, son las enseñanzas que dejan las derrotas”. Y todos en Juntos por el Cambio quieren conversar con él, lo que por cierto no sucedía cuando dejó la gestión.
Es que no solo interesa escuchar sus consejos, sino aprovechar su capital electoral. Lo puntualizó Emilio Monzó, con quien tuvo sus peleas: “Macri debe ser el dirigente con más votos en la interna de JxC”. Si tiene 14% de votos asegurados, tiene 30% en una interna, dijo. Si tiene 25%, como aseguran cerca del ex mandatario, tiene 50% en las PASO.
Juntos por el Cambio: ¿y dónde está el piloto?
Lo concreto es que Macri dejó en suspenso todas las especulaciones en torno a su eventual candidatura y no trabajará para alcanzarla durante el 2022. No tiene equipo político ni ninguna planificación al respecto, tampoco contrató a ninguna consultora para analizar cómo le va en las encuestas (“se maneja con los trabajos que le mandan, no mucho más que eso”, comentan a su lado), aunque siempre se mantiene muy informado de lo que pasa en el mundo, interesándose muy especialmente por los asuntos más candentes.
Tampoco apoyará a ningún candidato. “Que florezcan mil flores”, dicen cerca de él, como dijeron Néstor Kirchner y Mao Zedong, muy convencidos de que lo mejor que puede ofrecer el ex Presidente es su experiencia para que un eventual gobierno de Juntos por el Cambio a partir de 2023 llegue con una coalición fortalecida para realizar las reformas estructurales que juzga imprescindibles.
¿Qué va a hacer entonces durante todo el año?, quiso saber El Cronista. Como titular de la Fundación FIFA, ocuparse del mundial en Qatar, que se juega entre los meses de noviembre y diciembre. Y como docente de la Universidad de Florida, viajar a dar clases presenciales. Como ex Presidente, seguir fortaleciendo la red de partidos de América Latina que se oponen al populismo como receta para solucionar los problemas de la región.
Pero, sobre todo, cuentan en su entorno, Macri buscará dejar en claro que “él jugará con todos este año, y en el 2023 ya verá qué hace”.
Mientras tanto, el ex Jefe de Estado seguirá agradeciendo la obsesión que el Frente de Todos tiene con él, el “ah, pero Macri”, que tanto lo viene ayudando a recuperar posicionamiento, aún sin hacer nada.
Fuente: El Cronista