[REDACCIÓN EL FEDERAL] Tres miembros de la policía de La Rioja fueron imputados en la causa que disparó la denuncia por torturas que realizó un nieto de Beto Ocampo, el anciano que desapareció el 29 de octubre y cuyo cuerpo fue hallado 22 días después en Villa Castelli. Los investigadores sospechaban de la familia, pero todo indica el sujeto había sufrido un accidente, de acuerdo a los resultados de la autopsia.

De acuerdo al expediente al que accedió EL FEDERAL, los imputados son el subcomisario Franco Emanuel Bustos, la suboficial mayor Beatriz Centeno y el sargento primero Daniel Ceferino Argañaraz.

Los tres pertenecen a la división Homicidios de la Dirección General de Investigaciones y están acusados del delito de apremios ilegales, que contempla una pena de 1 a 5 años de prisión, más una inhabilitación especial por el doble de tiempo.

Para la mañana de este jueves estaba prevista la primera declaración indagatoria en los tribunales de Villa Unión, a donde la familia Ocampo organizó una movilización de protesta.

“Mientras torturaban a mi hijo tenían una foto de mi papá en la pared”, denunció ayer en el programa La Tarde de La Red, de Radio La Red, una de las hijas de Beto Ocampo, Natalia Ocampo, madre del joven denunciante.

La familia presentó seis denuncias, la última de las cuales -a la que accedió EL FEDERAL– es la del hijo de Natalia Ocampo, quien describió una sesión de tortura que incluye vejámenes de todo tipo, según la acusación. Dijo que le pedían que culpe a un hermano de él y que los policías aseguraron que sus jefes le exigían que aparezca algún responsable.

Mientras, según la denuncia, un joven era torturado, el cuerpo de Ocampo estaba a 20 metros de la comisaría de Villa Castelli, cerca del camino que la familia decía que tomaba todos los días el anciano para ir a la casa de un amigo no vidente, al que ayudaba con sus quehaceres diarios.