Mauricio Macri volvió a utilizar una analogía futbolera para intentar bajar un lineamiento político. Esta vez se la agarró con un humilde club de Villa Soldati que está pasando por el mejor momento de su historia. De paso, cargó contra los empleados públicos, dijo que no hubo presiones a los jueces y que los empleados públicos no trabajan.
“Qué sé yo. Hubo muchas”, fue lo primero que le respondió Macri a María Eugencia Vidal cuando le preguntó la mejor etapa de su gobierno entre 2015 y 2019. Después dijo que fue el G-20 aunque calificó como “papelón” ponerse a llorar.
Sobre su gestión, destacó que “ningún periodista se sentía violentado y ningún juez era llamado para que haga tal cosa o tal otra” quizás olvidando la persecución a los medios del Grupo Indalo y negando la existencia de la Mesa Judicial M con la que se amedrentaba en público y en privado a los funcionarios de Tribunales y Comodoro Py.
Sobre la educación y el proyecto de pasantías para empresas, el ex mandatario cargó contra el sindicalista docente Roberto Baradel y lo acusó de querer que los egresados trabajen en el Estado. “Un empleado público que no hace nada todo el día”, sentenció.
Antes había intentado descalificar a la Argentina por su relación con los países del mundo.“Ahora es como que Sacachispas quiera decirle a la FIFA como organizar un Mundial”, chicaneó. El violeta está en el mejor momento de su historia y juega en la Primera Nacional.
“Es un esfuerzo estar hasta esta hora”, cerró Vidal al ver a Macri visiblemente cansado.