“Yo les he pedido a algunas autoridades que me concedieran el permiso de rescatar los fetos abortados. Rescatarlos para darles piadosa sepultura, porque se los trata como deshechos clínicos, deshechos patológicos, tirados en tachos de basuras, puestos en frascos sin nombres. Y son seres humanos. La Iglesia está en eso”, señaló el obispo de Concepción, monseñor José Antonio Díaz.
En una entrevista con Vientos Tucumanos Noticias, el obispo se refirió al aborto como un negocio: “También hay negocios detrás de la industria del aborto o del narcotráfico. Son ámbitos de muerte en donde por desgracia nos hemos embarcado en más de una oportunidad”.
Aclaró que no se trató de un pedido formal, sino de una serie de charlas que mantuvo con autoridades provinciales: “Voy a tratar que eso se formalice porque me parece que no solo es un gesto dignificador, sino además un gesto profético”.
“Se criticaba mucho la posición de la Iglesia cuando fue el tema del Sida o cuando ocurren pandemias, que tienen que ver con rescatar humanos. El narcotráfico también deja deshechos humanos, porque los deja tirados en la calle. Muchos de nuestros cristianos van y los recogen, como lo hacía la Madre Teresa de Calcuta que levantaba de la calle a las personas que casi morían de hambre en la calle o niños abortados tirados en la calle. Esto lo hace la Iglesia católica desde siempre. Una de sus tareas es rescatar y dignificar la enfermedad y también la muerte”, afirmó monseñor Díaz.