[REDACCIÓN EL FEDERAL] No está claro cuál es el capital político de Clara Vega, que llegó dos veces al Congreso como suplente en las listas del radicalismo y sus aliados, primero como diputada y ahora como senadora. Lo cierto es que a esta altura no queda claro si es opositora u oficialista.

Vega sorprendió el año pasado cuando fue la responsable de darle quórum al Frente de Todos para habilitar el debate para modificar Bienes Personales. Durante bastante tiempo se llamó al silencio y hasta el día de hoy no están no están claros los motivos.

Lo mismo ocurrió con la ley para lograr el acuerdo con el FMI. Tal como había adelantado EL FEDERAL, hace rato que había “arreglado” su voto positivo con el gobierno.

La senadora también mantiene una buena relación con el gobierno provincial, al que raramente critica. De hecho, es la única figura supuestamente opositora con la que el gobernador Ricardo Quintela se ha reunido en los últimos tiempos.

Sin embargo, esta vez sorprendió al mostraron “profundamente preocupada por las decisiones del gobierno [en torno al precio de la harina], que parecen ir en dirección contraria a las necesidades que hoy presenta nuestra economía, generando falta de confianza y de previsibilidad en todos los actores de la cadena”.

A pesar de su falta de definiciones, Vega sigue firme en el Congreso, donde -según las fuentes consultadas y algunas constancias a las que accedió EL FEDERAL- nombró a varios familiares, además de contar con un salario de cientos de miles de pesos al mes.