El exgobernador de Tucumán, José Alperovich, deberá declarar este miércoles como imputado en la causa que investiga hechos de abuso sexual contra su sobrina.

La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°10 de la Capital Federal, interinamente a cargo del fiscal Santiago Vismara, y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), a cargo de Mariela Labozzetta, lograron la indagatoria tras reiterados pedidos por los distintos hechos de abuso sexual ocurridos en la Ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Tucumán.
Se trata de la primera vez que lo alcanza un pedido de indagatoria sin fueros.
En la primera solicitud que hicieron, Vismara y Labozzetta habían repasado las dos situaciones mencionadas por la denunciante, ocurridas en diciembre de 2017 dentro del ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Tras el fallo donde la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió que todos los hechos debían investigarse en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°35 de la Ciudad de Buenos Aires, solicitaron una ampliación de la acusación por las situaciones denunciadas que habrían ocurrido en Tucumán.

“En su gran mayoría, los casos de abuso sexual como el presente se cometen en un ámbito de intimidad en donde no siempre es posible contar con testigos presenciales de lo ocurrido. Por ello, las mujeres víctimas de esta clase de agresiones y abusos enfrentan grandes dificultades al momento de denunciarlos, todo lo cual ha llevado al trazado de políticas públicas que, desde el servicio de justicia, se vienen desarrollando hace algunos años, a fin de garantizarles una asistencia eficaz y oportuna”, habían explicado los representantes del Ministerio Público en el dictamen que presentaron en diciembre de 2021.

El caso que generó repercución a nivel nacional fue denunciado por la sobrina a través de un carta que ella misma difundió el 22 de noviembre de 2019. Tras conocerse la denuncia, Alperovich ratificó su inocencia, rechazó las acusaciones en su contra y afirmó que no tenía motivo para solicitar licencia en el Senado. Horas después, haría público el nombre de la denunciante y solicitaría licencia de la Cámara alta por seis meses sin goce de haberes.

La investigación del caso fue lenta y luego de un año y medio de la denuncia, y tras un conflicto jurisdiccional, la Corte Suprema de Justicia de la Nación determinó que la causa por abuso sexual contra el ahora exsenador debería ser tramitada por la Justicia federal con sede en la Ciudad de Buenos Aires y no en Tucumán. En esta dirección, la Corte falló en contra de un recurso presentado por Alperovich y resolvió el conflicto que se había originado cuando los jueces de ambas jurisdicciones se declararon incompetentes.  

En base a los elementos y pruebas recolectadas, los fiscales consideraron que el testimonio de la denunciante fue avalado por los informes y los peritajes psicológicos realizados en la causa, así como también por la Junta Médica y las declaraciones que dieron distintas profesionales que tuvieron contacto con la joven.

Los fiscales expresaron que en los casos de Violencia contra las Mujeres, se subraya el empleo de la amplitud probatoria y la fuerza del testimonio de la víctima. Además, manifestaron que “se identifican distintos tipos de violencia como la sexual, psicológica y simbólica, ejecutadas bajo la modalidad de violencia laboral y profundizada por el lazo familiar que atravesaba esa relación”.

Explicaron que consistía en una “relación de asimetría” por la “posición de poder que ostentaba Alperovich”, entre otros factores adicionales en los que hicieron foco como “la relación familiar; la diferencia de edad (35 años); y la situación de dependencia laboral de la joven”.