Se volvió a agudizar la relación contractual entre los afiliados de SIDIUNLaR y Credilotes, debido a que la empresa no ha cumplido con la entrega de lotes a algunos docentes y en los casos donde sí lo hizo no ha ejecutado la colocación de los servicios de luz y agua. En la misma situación está un grupo de damnificados particulares que hoy protestaron frente a las oficinas de la empresa.

Durante el mes de julio del año pasado los afiliados al sindicato de docentes universitarios de la UNLaR denunciaron que la empresa Credilotes no había cumplido con la entrega de los lotes según lo que acordaba el contrato firmado por el gremio y la entidad comercial.

Los damnificados advirtieron en esa oportunidad que, en diciembre de 2017, SIDIUNLaR acercó la posibilidad a sus afiliados de tener su lote a través de un programa brindado por la empresa Credilotes. Asimismo, explicaron que los terrenos fueron ofrecidos con servicios de agua, red de energía, espacios verdes y juegos.

Así, ante el incumplimiento de lo acordado, los afiliados solicitaron el año pasado la posesión inmediata de los inmuebles, considerando que el contrato establecía la entrega de los lotes con servicio cuando el cliente abonara la cuota 40 (40 % de aporte al valor total del lote), requisito que ya cumplimentaba gran parte de los afiliados.

El reclamo también vino acompañado de la preocupación por el retraso en la colocación de los servicios de luz y agua, debido a que ya estaban vencidos los plazos de entrega de los lotes (a un grupo importante de beneficiarios), y la empresa no había realizado mayores avances de urbanización en cuatro años, desde que se firmó el primer contrato en 2017.

“Luego de más de 3 años y medio de recibir una enorme y considerable suma de dinero mensual de más de 300 afiliados compradores (en muchos casos con más de dos terrenos) …la argumentación de la empresa no es sostenible”, denunciaron en junio de 2021 los afilados en un comunicado enviado a la prensa.

Ante la denuncia de los damnificados, la empresa adujo que los terrenos ya no valían lo mismo, y propuso firmar nuevos contratos con actualización del precio total de los lotes, y por ende de sus cuotas.

Luego de un tire y afloje, entre la empresa y los afiliados, se llegó a un acuerdo durante el 2021 y se logró entregar boletos de compraventa a un grupo importante de afiliados que ya habían cumplido con el pago de la cuota 40. De esta manera se realizó un primer sorteo de los lotes a los que cumplimentaban los requisitos del contrato, y quedaron los restantes para un segundo sorteo, en ese caso cuando llegaran a la cuota 40.

En esa instancia el gremio SIDIUNLaR propuso tres opciones a los afiliados: firmar el boleto de compraventa con la empresa con la garantía de que los lotes tengan colocados los servicios los meses posteriores a la firma; recibir el dinero equivalente al valor del lote; o iniciar acciones legales a la empresa ante el incumpliendo del contrato.

De acuerdo a las fuentes consultadas por El Federal, el problema surgió actualmente con los afiliados que optaron por la primera propuesta ante la falta de avance de la colocación de los servicios por parte de la empresa, considerando que ya pasó un año desde que un grupo importante de afiliados consiguieron firmar el boleto de compraventa de sus respectivos lotes.

A ello se suma -aportaron estas fuentes- el hecho de que la empresa no se hace cargo de los costos económicos de los servicios de agrimensura para que los compradores tengan los puntos catastrales de los terrenos. De esta manera, hasta que los afiliados no paguen el servicio de un agrimensor no saben dónde está ubicado con precisión su lote, ya que los empleados de la empresa solo los acompañan hasta el loteo y les brindan una ubicación aproximada.

Debido a esta situación, según pudo conocer El Federal, el malestar es reinante entre los afiliados que decidieron apostar por tomar posesión de sus lotes de manera pactada con la empresa, al considerar que han sido engañados nuevamente con dilaciones embaucadoras. También se conoció que reclamaron al gremio (por ser quien les ofreció ingresar a este plan en su rol de garante) que actúe con mayor rigor contra la empresa, al entender que ha sido demasiado flexible en la negociación.

Reclamo de clientes particulares

Al reclamo de los damnificados de SIDUNLaR se suman otros tantos clientes que de forma particular compraron terrenos en la misma zona (denominada Alto Infantería) y que aún no han podido acceder a los mismo con los requerimientos que establecen las normativas vigentes municipales.

Por cierto, este grupo de manifestantes (aproximadamente 50 personas) reclamó este martes, frente a las oficinas de Credilotes, la entrega inmediata de sus respectivos terrenos con servicio. Se trata de familias que han pagado, en algunos casos, la totalidad de las cuotas de sus respectivos lotes y aun no tiene los servicios.

Cansados de las idas y vueltas de los dueños del loteo, decidieron protestar con pancartas frente a las oficinas de la empresa, ubicada en la avenida Alem N° 311 (al lado del ingreso al supermercado VEA). Si bien Ariel Castro, responsable de la empresa, intentó brindar explicaciones sobre el retraso en el avance de las obras, los damnificados explicaron que desde hace tiempo usa las mismas excusas para no cumplir el contrato.

Castro adujo que faltan 60 metros de avance para completar la obra de instalación de agua potable y que en los próximos días le llegarán más postes para continuar con la instalación de la línea eléctrica. En este sentido no brindó precisiones sobre una feca exacta para terminar con la colocación de los respectivos servicios.