El juicio por presunta corrupción con la obra pública en Santa Cruz, que tiene como acusada a Cristina Kirchner, se reanudó este viernes ante el Tribunal Oral Federal 2 en el tercer día del alegato de la fiscalía. Una vez más, la Vicepresidenta fue autorizada a ausentarse de la audiencia por estar supuestamente dedicada a “tareas parlamentarias” en el Senado.

Este viernes, los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola aportaron pruebas para demostrar que Lázaro Báez competía contra sí mismo, en lo que catalogaron como una “licitaciones ficticias” y consideraron probado que hubo direccionamiento en todos los contratos que recibió el empresario. También apuntaron contra el hijo de la Vicepresidenta, Máximo Kirchner: “Está comprobada su participación”.

Luciani mostró que el líder de La Cámpora cruzó mensajes con el entonces secretario de Obras Públicas de la Nación José López
, que lo mantenía al tanto sobre los avances de los distintos proyectos de obras para Santa Cruz, a pesar de que no ocupaba ningún cargo político en el 2015.

López a su vez mantenía contactos Matías Bezi, amigo de Máximo Kirchner y diputado provincial. “¿Pudiste hablar con Maxi para definir la ubicación de las 100 cuadras?”, decía uno de sus mensajes.Obra Pública: el fiscal denunció que hubo direccionamiento en todos los contratos que recibió Lázaro Báez

El fiscal realizó este viernes el análisis de cada una de las licitaciones. Sobre la número 19 sostuvo: “Cuando se realizó esta licitación, Lázaro Báez había recién adquirido el paquete accionario de Kank y Costilla. Vemos claro que tres empresas ofertaron y eran las tres empresas controladas directa o indirectamente, a través de transferencias accionarias o de un poder”.

En otras palabras, empresas controladas por Báez se presentaban en las mismas licitaciones en una competencia ficticia, lo que para el fiscal fue posible gracias a una autorización del Poder Ejecutivo.

“Hubo desvío de ingentes sumas de dinero hacia Lázaro Báez, se buscó encubrir la falta de capacidad de la empresa, en una maniobra grosera”, afirmó y aseguró no poder creer “cómo pudieron pasar inadvertidos semejantes actos de corrupción”. En uno de los casos, puso como ejemplo, la obra “debió realizarse en 36 meses, tardó 90 meses, se constataron sobreprecios, abandonaron la obra y se convocó a una nueva licitación”.

En la última presentación, Luciani había dicho que en la provincia de Santa Cruz hubo un “direccionamiento grosero inadmisible” a favor de empresas de Lázaro Báez en la adjudicación de obra pública vial nacional entre 2003 y 2015, con sobreprecios e incumplimientos.

La fiscalía quedó como única parte acusadora en el juicio que lleva más de dos años y el lunes anticipó que considera que hay prueba para formular acusaciones a los 13 procesados por los supuestos delitos de asociación ilícita y defraudación. El alegato tendrá en total nueve audiencias y luego será el turno de las defensas.

El juicio se realiza de manera semipresencial, con los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu conectados desde una sala de audiencias de Comodoro Py 2002 y el resto de las partes de manera remota. Además de la Vicepresidenta son juzgados Báez, el exministro de Planificación Federal Julio De Vido y exfuncionarios del área como José López y Carlos Kirchner, entre otros.

Punto por punto, qué dice el alegato del fiscal Luciani

  •     “Hubo un direccionamiento grosero e inadmisible y una falta total de control y que eso era imposible que se permitiera si no fuera porque la orden venía de lo más alto del Poder Ejecutivo”.
  •     “Hubo un corrimiento grosero de la ley, una ficción, un montaje” y que “las 51 licitaciones fueron aparentes, una puesta en escena, una serie de actos para darle aspectos de legalidad, cuando hubo contratación directa, direccionada”.
  •     “Las licitaciones de obras públicas en Santa Cruz investigadas en la causa fueron una ficción”.
  •     “Nunca se hizo un análisis real, serio y detenido de las ofertas” de obra pública en Santa Cruz.
  •     “No había competencia, solo competían las empresas de Báez entre sí”.
  •     “A partir de las licitaciones. es muy fácil deducir que solo competían las empresas de Báez entre sí”.
  •     “Detectamos casos en los que el estudio de las obras se hizo en 24, 36 o 72 horas. Algo inaudito”