Por Angel Flores
La situación que atraviesa la Argentina desde hace décadas hace que muchos jóvenes consideren irse del país, para buscar otras oportunidades, principalmente por trabajo.
Así lo reflejó la Fundación COLSECOR, que hizo su medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades de Argentina, un relevamiento anual que busca indagar sobre un conjunto de indicadores relacionados al bienestar en la vida cotidiana, así como la satisfacción con el lugar donde se habita.
El resultado es un indicador de la crisis, de la ausencia de esperanza y de la decepción que provocan todos los gobernantes presentes y futuros: casi 8 de cada 10 jóvenes se quieren ir del país.
Según la Dirección Nacional de Migraciones de Argentina, desde la mitad del 2020 hasta a mediados del 2021 casi 60 mil personas se fueron del país. Esta cifra equivale a que unas 200 personas por día emigraron de Argentina.
Los destinos elegidos son España, Italia, Estados Unidos, Chile y Uruguay. Y se agrega en los últimos meses Portugal, por sus leyes que facilita tener permisos a aquellos que quieren llegar en busca de trabajo.
Según datos recopilados por la publicación norteamericana Bloomberg, son seis las ciudades que se destacan como los “nuevos puntos calientes para expatriados”. Uno de ellos, ubicado a sólo dos horas de vuelo desde Buenos Aires, garantiza el ingreso de argentinos sin pasaporte.
Según el relevamiento elaborado a partir de consultas a trabajadores nómades, Kuala Lumpur (Malasia); Lisboa (Portugal); Dubái (Emiratos Árabes); Bangalore (India), Ciudad de México (México) y Río de Janeiro (Brasil) se posicionan hoy como los escenarios más redituables para los jóvenes profesionales que “buscan aventuras y carreras en el extranjero”.
Los testimonios son innumerables. Y hasta por Instagram se puede encontrar a personas que ayudan y aconsejan como llegar a distintos lugares del mundo.
“No sé qué hubiera sido de mis hijos si se hubieran quedado en Argentina”, dijo Andrés, un padre que se llevó a su familia a California en el año 2000, otro período de crisis económica y política en el país.
“Hoy cada uno tiene su empresa, y están ayudando a sus amigos de la infancia para que salgan de Argentina, la mayoría desesperados por no tener oportunidades de trabajo y desarrollo”.
“Mis hijos tuvieron un período que vivieron en La Rioja, y están ayudando a sus amigos para irse”, dijo a EL FEDERAL. Agregando que “Argentina no tiene arreglo, y si algún día alguien la arregla, yo no lo voy a ver”.
Visto por argentinos que viven en el exterior, la mayoría coinciden que la corrupción de los políticos es el gran problema del progreso económico. “Son todos iguales, se deben cambiar muchas cosas como leyes que favorecen a especulades financieros, leyes que garanticen impuestos adecuados a inversores o cambios en leyes laborales, para incentivar la inversión privada”, resaltó Andres.
“No puede ser que si ponés un quiosco, el estado te saque casi el 30% de tus ganancias en impuestos por mes, cuando en países desarrollados se paga una sola vez al año el 18%. ¿Quién va a querer invertir en Argentina?“, se preguntó.
“Yo a todos los jóvenes les digo, ¨si podés irte del país, andáte”. Recomendando que “especialmente para aquellos que tienen parientes o amigos en otro país, que no tengan miedo al idioma o a la distancia familiar, porque en corto plazo, las vidas cambian para siempre”, finalizó.