El diputado nacional Máximo Kirchner criticó al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y al resto de los líderes de Juntos por el Cambio por su hostilidad hacia el kirchnerismo, luego de los incidentes del fin de semana producidos en el barrio de Recoleta frente a la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“Ellos están viendo quién mata al primer peronista, quién golpea al primer pibe o a la primera piba, quién saca chapa de cowboy y esas cosas terminan generalmente muy mal”, aseguró Kirchner en diálogo con el periodista Roberto Navarro en El Destape radio.
“Terminan muy mal para las fuerzas de seguridad cuando la dirigencia que juega a los ‘cowboy’. Porque la dirigencia juega a los cowboy, la policía va y mata y el policía va preso y el dirigente, como ocurrió con (Fernando) De la Rúa, anda dando vueltas por todos lados. O como con el ‘Grupo Sushi’, que quería hacer el estado de sitio (en la crisis 2001) y después quedan hablando con los árboles”, agregó.
“A la policía no le pasa lo mismo. Tendrán que revisar las fuerzas de seguridad a qué están dispuestas o no por esta construcción de poder de las elites argentinas”, completó
“Hubo muchos compañeros con la cabeza rota, muchos insultos y promesas de abusos y violaciones por parte de la propia policía. Le decían barbaridades a nuestras compañeras”, denunció, y contrastó ese hecho con la actitud pacífica de quienes se movilizaron desde la semana pasada. “La gente demostró que no quería golpear policías sino que armó un cordón para que puedan salir”, dijo.
Para comprender el alcance de las palabras del legislador nacional, hay que retrotraerse a la madrugada del sábado, cuando el gobierno de la Ciudad instaló un vallado en las inmediaciones de la casa de Cristina Kirchner para evitar concentraciones que impidan la circulación habitual de los vecinos de la zona.
La medida generó la reacción de la militancia que apoya a la Vicepresidenta, que entendió el movimiento como una provocación del gobierno de Horacio de Rodríguez Larreta para impedir manifestaciones de apoyo a CFK luego del pedido de condena en su contra en el caso por la obra pública de Santa Cruz a 12 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos.
El kirchnerismo suspendió un acto que había convocado a Parque Lezama y se movilizó a Recoleta, lo que escaló el nivel de tensión. Hubo incidentes y enfrentamientos que terminaron con detenidos y 20 policías heridos. La situación se descomprimió luego de una reunión política convocada por la Justicia en donde se suscribió un acuerdo que incluía compromisos de ambas partes: la Policía debía retirar las vallas y la militancia evitar manifestaciones que compliquen la habitualidad de los vecinos del barrio.
De acuerdo al análisis de Kirchner, lo sucedido el fin de semana es producto de una “sobreactuación” que hay en Juntos por el Cambio para seducir a los votantes más duros, y que a Horacio Rodríguez Larreta le pareció “la buena idea (de poner vallas) para congraciarse con Mauricio Macri y demostrar a Patricia Bullrich que es más duro que ella”.
“Larreta generó la movilización” y lo hizo porque en Juntos por el Cambio “están en una competencia de falta de ideas, y creen que la demostración de poder la tienen que hacer en contra de la gente”, indicó.
“En estas sobreactuaciones críticas que tuvieron su máxima expresión cuando fueron Gobierno, se desatan este tipo de situaciones que nadie desea”, dijo, y recordó con otros episodios violentos ocurridos durante la administración de Mauricio Macri donde la oposición quiere que “pase lo que pase con Santiago Maldonado, con (Rafael) Nahuel o lo que pasó con la reforma previsional”.
“Algunos grupos de comunicación y de Juntos por el Cambio intentan suprimir una fuerza política. Vos podés intentar ganarle, hasta te puede financiar el FMI una elección como lo hizo con Macri, y pasan estas cosas. Lo mejor que podrían hacer es poner una vez los intereses del conjunto de la Argentina”, sostuvo Máximo en relación a las causas judiciales.
“Siempre tienen ideas agresivas, despectivas. No dicen qué van a hacer con la economía del país, y cuando lo dicen nos damos cuenta de que es lo mismo o peor de lo que hicieron durante los cuatro años de Mauricio Macri. Son violentos porque no tienen mucho para proponer y tienen un discurso denigrante y muy despectivo respecto del conjunto de la sociedad”, apuntó Kirchner.
“La dictadura suprimió, persiguió, torturó. Llenó de miedo a la sociedad argentina, se apropió de bebés, fue incluso fronteras afuera a buscar militantes peronistas con el ‘Plan Cóndor’. No había resistencia política y sindical. Lo que no funcionaron sus ideas económicas y fue todo un desastre. Uno sabe que cuando vive en democracia no puede hacer todo lo que quiere, pero sí que haya un espacio de debate que ideas”, dijo el diputado nacional.
Desde ese punto de vista, Máximo Kirchner aseguró que los sectores opositores buscan que Cristina Kirchner termine en prisión y “hasta que no la vean presa aunque sea 5 minutos no van a parar”. “Hay alguien que tienen ese berretín” y lo deja evidenciado en “estas demostraciones de autoridad con ella”, sostuvo. Es como si dijeran “voy a hacer lo que se me cante y no me importa nada porque hay que hacer una demostración de autoridad”, agregó.
Por lo tanto, reclamó a la oposición que puedan “tener la madurez de dar una discusión” y recordó el encuentro que tuvo su madre con el economista opositor Carlos Melconian, y lo utilizó como un ejemplo de que la Vicepresidenta “no tiene problemas” de hablar con dirigentes que rechazan sus ideas. “Es Cristina la que como líder de un espacio político accede a hablar economista de otra fuerza y vemos la reacción de los dirigentes (de Juntos por el Cambio) que están viendo quién mata al primer peronista, quién golpea al primer pibe o piba”, indicó.
Sin embargo, Máximo se mostró pesimista en que se encauce la conversación política porque demuestran “no querer conversar”. “Ninguno de ellos puede decir que cada vez que levantaron el teléfono no los he atendido”, aseguró.
El líder de La Cámpora relató además el episodio personal que vivió con efectivos de la Policía de la Ciudad, que lo golpearon y lo insultaron cuando pretendía ingresar al domicilio de su mamá. “No me pasó nada diferente a cuando he ido a la cancha o a los recitales a ver a los Redondos. En este caso sabían mi nombre. Me puse la capucha porque quería ir a ver a Cristina, que parece raro, pero no deja de ser mi vieja. Decidí hacerlo como cualquier hijo de vecino”, introdujo.
“El primer cordón más o menos, me pongo la capucha para que no me reconozca la gente que estaba ahí, era medio inentendible ese cordón, pero después hubo un par que se sacaron. No fueron todos tampoco”, continuó.
Y desarrolló: “Imaginate si el compañero que estaba en la esquina ve al que me insulta y me logra golpear. Termina mal eso, era un sinsentido. Éramos tres o cuatro y una piba que no sé de dónde salió que me agarraba de atrás y me decía “vamos compañero””.
“Después me enteré que Luana (Volnovich), no sé cómo me vio porque yo estaba camuflado para que los propios compañeros no formáramos un bulto, la idea era entrar lo más despacito posible para que nadie se viera zarpado. Y el tipo me empieza a insultar. Llego y producto un poco del gas pimienta, los compañeros me tiran un mejunje que es muy bueno porque pasa rápidamente el ardor. Cristina me ve, me pregunta qué pasó y le dije que nada. Era lo que había que hacer. Era muy menor lo mío con respecto a otra gente. No me gusta la cosa victimizante”, continuó.
Según puntualizó, quienes lo atacaron fueron los policías de “mayor edad”. Destacó además la labor de un efectivo que estaba vestido de bordó que fue muy gentil y se acercó a ayudarlo, pero no podía parar al resto de los efectivos. “No le daban bola los subalternos, fue el único con un comportamiento humano e inteligente”, analizó.
Reclamo a los empresarios y el ajuste
En otro pasaje de la entrevista, Máximo Kirchner apoyó al ministro de Economía, Sergio Massa, por estar resolviendo el “desastre” que dejó su predesor Martín Guzmán, y deslizó un duro mensaje hacia al grupo Techint en particular, y los empresarios en general para que “les paguen bien a los trabajadores” después de la recesión ocurrida durante la pandemia.
“¡Paguenles bien! ¿Mirá lo que estas ganando?”, le dijo al empresariado que contrata en la industria obreros que son “buenísimos” en la actividad. “Es un recurso humano altísimo (el que tienen). ¡Cuidalo! Cmo te cuidan a vos haciéndote ganar mucha plata. ¿Qué más quieren después de una pandemia? ¿Qué otra nueva traición le están preparando a la gente, que lo deja todo, todos los días?”, interpeló.
“El Estado estaba roto cuando se entró en la pandemia. Se socorrió al empresariado. Es hora que ellos hagan algo”, exigió, al enumerar las distintas medidas que se implementaron en ese contexto, como los recortes salariales sufridos por acuerdo entre los sindicatos y las cámaras empresarias, o el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). que implicaba el pago de hasta el 50% de los sueldos.
Desde su punto de vista, el diputado nacional destacó el anuncio realizado por Massa y la titular de la Anses, Fernanda Raverta, que “si bien no es suficiente, también abre lucecitas para recuperar parte de su poder adquisitivo”. Y opinó como una solución distributiva el otorgamiento de sumas fijas como un “buen instrumento” que se aplique sobre una “banda de ingresos de los asalariados”, al que hay que ir acompasandoló con el movimiento de precios.