El Gobierno nacional, según informó la secretaria de Energía Flavia Royón, autorizó el decreto firmado para el incremento en el precio de los combustibles.

El aumento se debe a nuevas cargas tributarias que las empresas deberán cobrar a sus clientes, cuando carguen nafta y gasoil.

La actualización implica una suba en los valores del surtidor de entre 2,32 por ciento y 3,74 por ciento, según el tipo de combustible, que refleja un alza de entre 4 y 5 pesos, respectivamente.

El último aumento de combustible se implementó el 21 de agosto, cuando aplicaron una suba promedio de 7,5 por ciento, mientras que la Secretaría de Energía les autorizó a los productores de bioetanol, el biocombustible que se mezcla con la nafta, un aumento de 58,6 por ciento.

Para Gabriel Bornoroni, de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), “el porcentaje mostró un aumento de 5 pesos en naftas y 4 pesos en diesel, y estará vigente desde el 1 de octubre”.

El total del volumen de combustibles líquidos vendido en el canal minorista disminuyó en julio un 3,1 por ciento, con caídas en 18 de las 24 jurisdicciones provinciales.