*Por el Equipo de Investigación de EL FEDERAL ONLINE

El ministro de Vivienda, Ariel Puy Soria, denunció el martes en una comisaría al estafador Valentín Llanos, sobre quien pesa una condena a 16 años de prisión por ofrecer viviendas construidas por el Estado a cambio de dinero.

Sin embargo, el caso abre más dudas que certezas. Primero, porque Llanos se movía por los barrios en construcción como si fuera el dueño de las viviendas y manejaba información muy precisa. Segundo, porque hay indicadores de que la estafa denunciada podría haber incluido a otras personas. Tercero, porque no está clara su situación procesal. Y cuarto, por su recibo de sueldo de empleado público.

En esta investigación, EL FEDERAL ONLINE reconstruye la historia desde febrero de 2008, a partir de la consulta a múltiples fuentes.

La condena

Faltaban unos días para la Navidad de 2013 cuando José Valentín Llanos fue condenado a 16 años de prisión junto a un cómplice, Sergio Quinteros, quien recibió la pena de 9 años de prisión. Para la Cámara Tercera quedó probado que entre febrero de 2008 y septiembre de 2009 le pidió a varias personas entre 10 mil y 60 mil pesos para adjudicarles viviendas sociales.

Fuentes judiciales recordaron que su mecanismo era decirle a la gente que era un excedente de viviendas y que gracias a sus vínculos con el gobierno iba a lograr que sean adjudicadas. Se habló de más de 51 denuncias, aunque este medio pudo corroborar que por lo menos 22 personas declararon como víctimas en el primer expediente que se le inició.

El caso salpicó al entonces ministro de Infraestructura, Javier Tineo, hoy miembro del directorio de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. El propio Llanos admitió su delito y lo acusó a Tineo de ser el artífice de la estafa al declarar durante cuatro horas y media ante el tribunal presidido por la jueza Sara López Douglas. También inculpó al contador Roberto Soria, mano derecha de Tineo.

Llanos dijo aquella vez, según las fuentes consultadas, que en febrero de 2008 Soria lo citó en el hotel King y le ofreció hacer la estafa. En ese momento acordaron pedir 12 mil pesos a las víctimas, de los cuales 3 mil quedarían para Llanos, que poco tiempo antes había montado su propio negocio inmobiliario. El resto sería para Soria y su jefe.

La participación de Tineo, según Llanos, le daba seguridad al “negocio”, porque le permitía mostrar documentación legal, con sellos oficiales. Pero dijo algo más: las viviendas efectivamente se iban a entregar. Y de hecho, se llegaron a adjudicar unas 70. El problema era que “corrían” del padrón a personas que estaban inscriptas hace muchos años.

Siempre según Llanos, ante el éxito de las primeras entregas, Tineo y Soria lo tentaron para hacer la misma maniobra con otras 100 personas con casas de un plan de 501 viviendas. En esa instancia ingresó en la estafa Quinteros, el otro condenado. Pero el azar les jugó una mala pasada. Primero, porque la inauguración de esos domicilios que iba a encabezar la entonces presidenta Cristina Kirchner se retrasó. Y luego, por la designación como administrador de viviendas de Carlos Crovara. Los planes se retrasaron y los que habían pagado empezaron a quejarse. A algunos se les devolvió el dinero, pero el escándalo estalló.

“Nunca pensé que me iban a dejar solo”, declaró Llanos, apuntando contra Tineo y Soria. Y para probar que contaba con apoyo político, dijo que por algo tardaron tanto en detenerlo.

Llanos fue finalmente condenado. El fallo fue apelado poco después. Este medio no pudo corroborar cómo terminó. Pero fuentes de la querella dijeron a EL FEDERAL ONLINE que en mayo de 2015 Llanos fue citado a indagatoria nuevamente. “Hay por lo menos tres casos más en los que la instrucción no avanzó”, explicaron.

Dolor de espalda

Llanos consiguió poco después la prisión domiciliaria. Versiones periodísticas de esos días sugieren que el que “operó” ese beneficio fue el ex intendente del departamento General Ocampo, Pedro Ferrari, pues el propio estafador le agradeció su ayuda en una entrevista radial en julio de 2015.

Al año siguiente, en 2016, Llanos volvió a ser denunciado. Fuentes judiciales recordaron que una persona contó que la citó en un bar de la avenida Perón, a pesar de que el estafador tenía que estar preso en su casa, y que le pidió 25 mil pesos para adjudicarle una vivienda que estaba lista para ser entregada.

Según la misma fuente, el jueves 13 de octubre de 2016 al mediodía la justicia allanó el departamento del barrio Antártida II en el que Llanos había fijado su domicilio. Le habían dado la prisión domiciliaria porque supuestamente tenía problemas en su cadera, pero no estaba en silla de ruedas ni usaba el andador que había mostrado en el juicio, sino que vivía en el tercer piso de un monoblock. Lo detuvieron, pero no lo esposaron. Salió de su casa caminando. Las miradas apuntaron en su momento contra Francisco Baigorri Ocampo, el juez de Ejecución Penal.

¿Otra vez solo?

El año pasado, Puy Soria se presentó ante el Ministerio Público Fiscal y volvió a denunciar a Llanos. Se lo acusó de estafar a 13 personas, con la misma mecánica de siempre: pedir 180 mil pesos para lograr la adjudicación. Y para mostrarse creíble, les habría entregado pagarés por hasta 350 mil pesos.  

Al parecer, Llanos seguía libre y haciendo de las suyas. EL FEDERAL ONLINE estaba atrás del tema, porque la semana pasada recibió un video en el que se lo ve a Llanos ofreciendo viviendas. Lo curioso es que se lo ve ingresando, llave en mano, a distintas casas. Se paseaba por el barrio como si fuera un showroom. “Si preferís la esquina, la podemos ver”, dice. Además, según las fuentes consultadas, tenía información muy precisa, lo que servía para convencer a sus víctimas. Pedía 400 mil pesos: la mitad en el momento, y la otra mitad, con la entrega.

El video llegó a las manos del ministro Puy Soria, que rápido de reflejos se apuró a realizar la denuncia para evitar que el caso lo manche, como ocurrió con Tineo una década atrás.

Ayer, en una entrevista con La 4×4, Llanos contó que tenía relación con el sereno de la obra, pero huele a poco. ¿Su posible contacto será alguien de la empresa constructora? ¿O tenía relación con algún funcionario? ¿Hubo alguna adjudicación irregular?

“Lo volvieron a dejar solo”, dijo ayer una fuente que conoce desde adentro la maniobra.

Faltan explicaciones

Hay una última polémica. En la conferencia en la que Puy Soria anunció que denunció a Llanos, el ministro mostró un recibo de sueldo de Llanos. Al parecer, ingresó como empleado de planta permanente del Municipio en 1995, pero algunos ítems de su salario llaman la atención. Primero, que cobraba un “adicional Empresa Municipal de Transporte”, con referencia a Minibus, que hoy no funciona.

Pero además, figura que recibía un adicional de 15 mil pesos por función de mayor responsabilidad, que es algo que cobran los funcionarios. Llanos trabajaba, al menos en los papeles, como inspector de tránsito. Quien deberá dar explicaciones es el secretario de Servicios Públicos, Mauricio Morán.