*Por Juan Pablo Parrilla
Lo que se adelantó la semana pasada en esta columna sobre la pretendida petición del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner quedó confirmado el miércoles, cuando en una reunión de Gabinete ampliado en la Residencia, el gobernador Ricardo Quintela develó el misterio: efectivamente le pidieron que unifique las elecciones provinciales con las nacionales y que se vote todo en octubre.
Su respuesta: que lo consultará con los compañeros.
Algunos creyeron que el gobernador les estaba pidiendo su opinión. El ministro de Vivienda, Ariel Puy Soria –uno de los que defienden el desdoblamiento–, intentó dar su mirada y sus fundamentos sobre la mala situación del país y la necesidad de despegarse de octubre, y Quintela le contestó que ese es el discurso de los medios. Nadie más se animó a opinar. Algunos interpretaron el gesto como que la decisión ya está tomada y las elecciones serían en octubre, algo que entusiasma a los intendentes, que sentían que los podrían llegar a traicionar con un desdoblamiento parcial de la elección local.
“Nos gusta la idea de un gobernador que no abandona a su tropa, que se la banca y que sigue la estrategia nacional”, resumió a este cronista un jefe comunal de Los llanos. Justamente para el martes habrá un nuevo cónclave en la Residencia en el que los intendentes serán los invitados.
En la reunión con funcionarios también hubo un reproche de Quintela por las pujas y manganetas entre los dirigentes. El gobernador pidió tranquilidad, lo que la mayoría leyó que fue en alusión a la puja por la vicegobernación.
Por lo bajo, no son pocos los que creen que los problemas se terminarían si se respeta una fórmula federal, una tradición que se viene repitiendo con éxito año a año. Aunque no lo dicen en público, es un hecho que nadie del interior quiere que tanto el gobernador como su vice sean capitalinos. “Sería una puñalada muy difícil de soportar para los que siempre damos más, pero recibimos menos”, reflexionó un funcionario que estuvo en el encuentro.
Si se repite esa lógica, sólo hay dos dirigentes que podrían cuajar en una fórmula: el que tiene la promesa del gobernador, Fernando Rejal, y la que no habría que descartar, Florencia López, si es que acaso RQ busca bajar un mensaje. Aunque muchos no entienden por qué tanta consideración con la arauqueña, Quintela ya dijo que podrá elegir su lugar en la boleta del Frente de Todos. Rejal espera paciente la definición de López para sumarle su apoyo, sabiendo que de esa forma ya no tendrá competidores.
La pelea de los socios
Pese a que las miradas están puestas en las candidaturas por la vicegobernación y la intendencia capitalina, hay un conflicto en puerta que dará qué hablar. Esta semana habrá reuniones en las que se comenzarán a discutir las autoridades del bloque peronista en la Legislatura y quién se queda con la vicepresidencia primera.
Aparentemente, el ex intendente Cristian Pérez ya tendría una buena porción de diputados con la que podría desplazar a su socio comercial y otrora aliado político, Antonio “Flecha” Godoy.
Es probable que lo que al final de ese conflicto quede al descubierto es lo cíclico de la política: Godoy saldrá a buscar el apoyo de los que siempre combatió, el grupo del ex bloque Rioja Querida, que serían nueve bancas, suficientes para equilibrar la balanza para un lado o para el otro.
El frente antiQ
En la otra vereda, la oposición también se mueve de cara al 2023. Con una encuesta trucha bajo el brazo, el diputado Felipe Álvarez y sus aliados andan reclutando adherentes para su candidatura a gobernador con el aval de Horacio Rodríguez Larreta.
Su supuesto objetivo es la conformación de un frente antiQ, con Martín Menem adentro, pero también con el radicalismo de Inés Brizuela y Doria, Guillermo Galván y Julio Martínez.
El problema es que Felipe Álvarez perdió credibilidad puertas adentro de la provincia y todos saben que, al margen del apoyo de Rodríguez Larreta, puede llegar a encabezar la lista muleto que impulsará el gobierno para dividir a la oposición.
En efecto, un experimentado dirigente confesó que ya le aconsejó a los más jóvenes que “no se junten con Felipe, porque a la media hora ya lo saben Quintela, Armando Molina y Juan Luna”.
A donde habrá que prestar atención es a otra posible alianza. El que también se movió en los últimos días es Lule Menem, uno de los principales operadores de Martín Menem, quien se reunió con Inés Brizuela y Doria. Si a nivel nacional llega a haber un acuerdo entre Javier Milei y Patricia Bullrich, ese acuerdo podría tener una trama local.