El presidente Alberto Fernández no logró tener la foto que buscaba: recibir a la selección argentina en la Casa Rosada tras la consagración como campeón del mundo en Qatar. La resistencia de los jugadores del plantel a posar junto a dirigentes políticos durante las celebraciones por el título frustró los planes de la administración del Frente de Todos. En rigor, es una tradición que el jefe de Estado reciba a los campeones del Mundial, pero, en el caso de Fernández, debió ver por televisión desde la quinta de Olivos la caravana con los festejos. No solo se quedó sin la imagen institucional en Balcarce 50, sino que tampoco fue al predio de Ezeiza a saludar a los futbolistas, señala La Nación.

De este modo, se convirtió en el primer presidente en la historia que no puede recibir a un equipo campeón del mundo desde que existe este tipo de torneos, desde 1930.

En la Argentina, Raúl Alfonsín abrió las puertas de la Casa Rosada en 1986 para que el conjunto liderado por Diego Armando Maradona festejara la obtención del trofeo en México. Y el dictador Jorge Rafael Videla se encargó directamente de entregarle la copa al capitán Daniel Pasarella en 1978.

Ayer, en medio de las gestiones contrarreloj para conseguir una foto con el plantel liderado por Lionel Messi, Fernández decidió decretar feriado para hoy con el fin de facilitar la concurrencia a la histórica celebración. Desde entonces rondó la idea de que podría haber un encuentro con el Presidente, que nunca se concretó. Hasta hoy, los jugadores ni los directivos de la AFA explicaron por qué no aceptaron la invitación a concluir el festejo en la Casa Rosada.

Desde que se disputa el Mundial de fútbol organizado por la FIFA, las máximas autoridades de los países han recibido a los equipos campeones para agasajarlos. Por caso, Emmanuel Macron, presidente de Francia, quien viajó a Qatar este fin de semana para presenciar la final del torneo, recibió al combinado dirigido por Didier Deschamps en el palacio del Elíseo, sede gubernamental, en 2018, después de que los franceses se consagraran campeones del mundo en Rusia.

Angela Merkel, excanciller de Alemania, felicitó en el vestuario al conjunto que comandaba Joachim Löw en 2014, minutos después de que la selección alemana superara a la Argentina en el Mundial organizado por Brasil.

Cuatro años antes, José Luis Rodríguez Zapatero había conseguido su foto con el equipo de España que obtuvo su primer título mundial en Sudáfrica. El encuentro se realizó en el Palacio de la Moncloa y Zapatero recibió una camiseta firmada por todo el plantel. “Esta victoria es de los 23 jugadores de la selección, pero detrás está la fuerza de todos los españoles. La han ganado ellos, pero es también de todos los jugadores de tantas generaciones que han ayudado a llegar a la cima del fútbol mundial”, dijo el entonces presidente español tras felicitar a los jugadores.

En 2006 se consagró Italia, con Marcello Lippi y Francesco Totti a la cabeza, en el Mundial que organizó Alemania. Tras una final muy disputada con Francia, los italianos obtuvieron su cuarta estrella. Romano Prodi fue el encargado de agasajar a los campeones cuando regresaron al suelo italiano.
En 2002, Brasil obtuvo un triunfo histórico en el torneo de Corea y Japón. Tras regresar a su país, el plantel que lideraba Cafú le llevó el trofeo al entonces presidente del país vecino: Fernando Henrique Cardoso. En 1998, Jacques Chirac festejó junto al conjunto francés, que obtuvo su primer título tras superar a Brasil en la final del Mundial. En la edición anterior, Itamar Franco pudo felicitar a los campeones de Brasil en el torneo organizado por Estados Unidos en 1994. Helmuth Kohl también agasajó al plantel de Alemania que venció a la Argentina en la final de 1990.

A lo largo de la historia, otros jefes del Estado pudieron celebrar el título mundial con sus seleccionados, como el italiano Sandro Pertini, 1982; el primer ministro alemán Helmuth Schmidt, en 1974; o el brasileño João Goulart, en 19. Entre los dictadores que tuvieron la foto con el trofeo más preciado por el universo del fútbol están el brasileño Emílio Garrastazu Médici, en 1970; el italiano Benito Mussolini, en 1938; o Videla, en 1978.