Las dos noches (martes 07 y el sábado 11 de febrero), un grupo de vecinos y jóvenes que integran La Comparsa del Agua, agrupación que defiende el recurso natural, denunció hostigamiento y censura por parte de personas anónimas y de la policía. El objetivo era no dejar pasar a la comparsa en los festejos de los populares corsos de Chilecito.

La comparsa que además integran varios niños sufrió hostigamiento, presión y violencia durante su paso en el corso, según denunciaron en las redes sociales.

En un extenso comunicado de los hechos, los denominados “La Voz del Agua”, contaron que “El día martes una empleada municipal envió al personal de la policía para que intimidara a nuestra comparsa. No pudieron impedirnos el paso y el personal policial se apostó al costado de nuestra comparsa tomando fotografías de nuestros rostros. Porque la democracia que defienden ellos es la que solo aplaude sin cuestionar. En una democracia real no sería delito denunciar que el gobierno está entregando el territorio riojano a la minería de litio transnacional.

El sábado, utilizaron la vieja estrategia de enfrentar al pueblo contra el pueblo: divide y reinarás. Una estrategia lamentable que en otras provincias mineras ya se aplica. Patotas pagadas actúan en contra de sus propios vecinos. Enviaron a un grupo de personas disfrazadas que respondían a las órdenes de algunos punteros políticos enmascarados buscando retrasar y/o impedir el paso de la comparsa del agua. Aprovechando que la policía liberaba la zona, los disfrazados se ubicaron delante de la comparsa del agua retrasando alevosamente el paso con el objetivo de separarnos del resto de comparsas.

Lo que no pudieron prever, es que la demora que provocaron nos permitió compartir con el público cánticos, diálogos y abrazos. Cuando la comparsa del agua hizo su paso por frente del escenario, los locutores se callaron y no nos nombraron. No hubo micrófonos para el agua este año. El silencio se convirtió en cantos como el “Agua no se toca” y aplausos del pueblo chileciteño que demostró en numerosas oportunidades que la lucha por la defensa del agua no es una moda. Es una convicción.

Hoy se respira un clima parecido al que sufrimos bajo el autoritarismo de Beder Herrera hace unos años. Censura, patotas, indiferencia de algunos medios masivos de comunicación y el silencio de las instituciones del estado frente a una problemática que no tiene partidos políticos, colores, ideologías ni religiones porque el agua de la provincia está en juego.

El gobierno nacional bajó la orden de que La Rioja debe sacrificarse para explotar el litio y todos los minerales que el mundo de hoy está necesitando. El negociado más grande lo está haciendo la actual clase política entregando, sobretodo, la pre-cordillera. Por eso, defender el agua es un delito y la comparsa del agua es peligrosa.A pesar de todos los intentos de censura no pudieron callar la voz del agua en la fiesta de la chaya. Agradecemos al resto de las comparsas por el apoyo, a los empleados anónimos de cultura que nos brindaron agua y nos cuidaron. A los vecinos de Chilecito por seguir de pie, cada uno desde su lugar, defendiendo la vida de nuestro valle.

La voz del agua.