Siempre se dice que una creencia religiosa tiene un alto poder de convicción para lograr un objetivo, aunque a veces esto no puede terminar de la manera deseada, como ocurrió en Mozambique, donde un pastor murió después de intentar pasar varios días sin comida ni agua en un intento por ayunar como Jesús en la Biblia.

Lo cierto, es que Francisco Barajah, el fundador de la Iglesia Evangélica Santa Trindade, de 39 años, murió en un hospital en la capital de Mozambique, Beira, según informó la BBC. Cabe destacar, que había estado intentando emular el ayuno de 40 días de Jesús de la Biblia, según el medio, pero solo pudo aguantar hasta el día 25.

Cuando Barajah recibió ayuda médica, sus órganos digestivos habían fallado y se le diagnosticó anemia aguda. Su familia y seguidores vieron que Barajah se había enfermado después de 25 días de su ayuno e insistieron en que lo internaran en el hospital, donde le dieron sueros para rehidratarse.

Sin embargo, ya era tarde ya que el personal del Hospital Central da Beria intentó reintroducir alimentos líquidos en la dieta de Barajah, pero sus órganos estaban en tan mal estado que le dolía cuando intentaba comer. Barajah también había perdido tanto peso que no podía soportar ni bañarse.

Su hermano, Marques Manuel Barajah, dijo que Barajah había ayunado, pero afirmó que sufría de presión arterial baja, objetando el diagnóstico médico.

No está claro de inmediato cómo Barajah sobrevivió durante 25 días sin agua. El récord mundial Guinness por la mayor cantidad de tiempo que un ser humano ha sobrevivido sin comida ni agua es de 18 días, cuando un adolescente austriaco fue puesto en una celda de detención en 1979 y olvidado por la policía.

La Biblia tampoco dice explícitamente si Jesús se abstuvo de beber agua durante su ayuno de 40 días. En sus relatos de la “Tentación de Cristo”, los evangelios de Mateo y Lucas dicen que Cristo tenía “hambre” y “no comía nada”.

Barajah no es el primer cristiano devoto que muere en un intento de ayunar como Jesús. En 2006, una mujer de 34 años murió en el este de Londres, después de pasar 23 días sin comer ni beber mientras intentaba imitar el ayuno de Cristo.