Mariel Alejandra Suárez (50) fue conocida el año pasado como “la jueza de los besos”, tras difundirse un video en el que se la veía muy intimista con un condenado por homicidio en el penal de Trelew. Fue suspendida porque en ese momento debía estar en una audiencia de detención a la que no asistió por estar “enferma”.
Entonces se le inició un expediente por “incumplimiento de los deberes de funcionaria pública” y subsidiariamente, por “omisión de los deberes del oficio”.
Sin embargo, ahora fue favorecida: el juez Carlos Tedesco hizo lugar al planteo de su defensa y le dictó el “sobreseimiento definitivo”, el cual ya fue apelado por las fiscales María Bottini y Cecilia Bagnato ante el Superior Tribunal de Justicia de Chubut.
La jueza de Chubut que fue grabada manteniendo una charla muy cercana con un preso condenado por homicidio negó haber besado al criminal y aseguró que fue a visitarlo a la cárcel porque está escribiendo un libro sobre su historia.
El Ministerio Público Fiscal investigó y acusó a Suárez por lo ocurrido el 30 de diciembre de 2021. A las 8.24, mientras ella se encontraba de turno, fue informada sobre la detención de un hombre por el delito de “violación de domicilio en concurso ideal con daño simple y amenazas”.
La jueza, “de manera engañosa, sostuvo que se encontraba enferma, por lo que la audiencia de control de detención no se fijó ese mismo día sino al siguiente a las 11.29”, dijeron en la investigación.
La acusación sostuvo que Suárez, “al mentir sobre su estado de salud, retrasó la realización de un acto propio de su función como jueza penal de turno”.
En realidad, la magistrada “no tenía en ese momento problema de salud alguno, sino que se encontraba en la ciudad de Trelew, desde el 29 de diciembre, habiendo ingresado tanto el día 29 como el 30 de dicho mes, al Instituto Penitenciario Provincial, entrevistándose con el interno Cristian Bustos, quien fuera condenado en una investigación donde la jueza participó como juez del Tribunal que lo juzgó”.