Aunque es un lugar muy agradable, el Café Literario que se inauguró en el Paseo Cultural no para de recibir críticas. El Estado provincial invirtió casi 90 millones de pesos para hacer un bar que siempre está vacío.

Según confirmó EL FEDERAL ONLINE, el bar está a nombre de Isabel Débora Olivera, CUIT 27-24855171-8, la esposa y madre de los hijos de Jorge Rubén Escudero, el administrador de Vialidad Provincial.  

Este medio lo visitó dos veces y en ambas ocasiones no había más de cuatro mesas ocupadas, lo que contrasta con la enorme inversión que realizó el Ministerio de Turismo y Culturas.

Parte de las quejas tienen que ver con la lentitud del servicio. EL FEDERAL ONLINE corroboró que se demoraron 40 minutos en entregar un menú de desayuno, a pesar de que sólo había otras tres mesas ocupadas.

Hace unos días también hubo quejas en Instagram porque, según publicó Rioja Uno, es un bar del Estado, pero cobra un 5% de recargo con tarjeta de débito y un 10% con la de crédito, algo que está expresamente prohibido por ley. 

Eso abre una pregunta: ¿el Estado no debería quitarle la concesión si la persona que tiene a cargo el bar hecho con dinero público no respeta las leyes? ¿El Ministerio de Turismo y Culturas avala semejante ilegalidad, mientras el gobierno provincial hace campañas para que los comerciantes no cobren recargos?

Rioja Uno también se hizo eco del bajísimo nivel del café: “Frío, pura espuma y sin soda, sólo agua”, fue la descripción, que se ajusta a la realidad. 

Clarito.