Este martes en Chilecito, el segundo departamento mas grande de La Rioja, productores convocaron a una marcha y tractorazo en contra de la inseguridad. Bajo el lema “Juntos por la producción y contra la inseguridad”, piden medidas de seguridad y presencia policial en las zonas productivas y rurales. La marcha está prevista para las 10 hs y el sector mas afectado es el Valle de Famatina ubicado en el oeste provincial.

El mayor problema viene por el (robo) de cobre, la mayoría de las fincas cuenta con sistemas eléctricos para la extensión de agua subterránea y esos cables son de ese material. Ahí es donde se produce más daño porque al cortar los cables se producen desperfectos técnicos que pueden dañar las bombas y produce un daño muy grande en cada propiedad”, explicó el titular de la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios (CARPA), Mario González.

Se trata de la primera vez que productoras de esa zona salen a reclamar por medidas de seguridad ante un problema que supera al accionar de las fuerzas de seguridad consideraron. “Es la primera vez que convocamos por el tema inseguridad porque la verdad el tema inseguridad nos sobrepasó. Cada 48 o 72 horas reportamos un robo en algunas fincas”, dijo el productor.

En declaraciones a Radio La Red explicó que “el grave problema de inseguridad viene hace mucho tiempo y se agrava con el transcurso de los meses, y día de por medio ingresan a robar en alguna finca”.

“Queremos que la justicia actúe de forma más rápida y con presencia policial. Nos ponemos a disposición como sector privado a ver si podemos encarar con proyectos de monitoreo o de seguridad para esclarecer estos hechos”.

El intendente de Chilecito, Rodrigo Brizuela y Doria aseguró la semana pasada que por la inseguridad los sectores rurales  son los más afectados por el robo de cables, transformadores en fincas y bombas. 

También se conoció que robaron plantas de cannabis medicinal de la finca del pequeño productor riojano Julio Walden, quien se convirtió en el primer productor que cosecha cannabis para elaborar aceite medicinal por fuera de los predios públicos autorizados hasta ahora por el Estado en sus diferentes niveles. Y

Aunque esas plantas tienen bajísimo contenido psicoativo, manos ajenas le habían sustraído algunas plantas justo antes de la cosecha, que fue 100% manual.

Walden lo lamentaba no tanto por la pérdida económica (que era bastante, porque cada planta vale bastante dinero) sino por cierta sensación de vulnerabilidad. Y eso que había alambrado bien el pequeño lote donde se hizo este primer traslado del cannabis medicinal de los invernaderos y laboratorios a una finca común y corriente. La salida finalmente del prometedor cultivo al campo en serio, la cancha de juego.

Fuentes: Rioja/12 y Bichos de Campo