El bebé de 10 meses que se ahogó en la bañera mientras estaba bajo el cuidado de su niñera falleció esta mañana, confirmaron fuentes judiciales. Graciela Margarita Parientes (41 años), acusada de provocar la tragedia, se encuentra actualmente con prisión preventiva mientras avanza la investigación.
El viernes 9 de junio los padres del pequeño dejaron su departamento de Barrio Norte para dirigirse a sus trabajos. Dejaron a su niño en manos de Parientes, a quien habían contratado en febrero para que realizara esta tarea.
Entre las 9.30 y 10 de ese día, la niñera decidió bañar al pequeño. Colocó agua en una bañadera y se retiró del lugar dejando al bebé solo. Cuando regresó descubrió al niño sumergido. Según la investigación, Parientes comenzó a gritar desesperadamente. Una vecina, al sospechar que algo malo estaba pasando, avisó al portero. El trabajador fue hasta ese lugar y se dio con la novedad.
El trabajador declaró que vio a la niñera cargando al bebé envuelto en una toalla sin reacción. Corriendo, lo llevaron al Hospital Néstor Kirchner, el más cercano al domicilio donde se registró el caso.
Allí lo atendieron dos anestesistas y un cirujano porque vieron que no tenía signos vitales. Luego se sumaron más profesionales y durante 18 minutos le hicieron tareas de reanimación. Cuando lograron hacerlo volver, en una ambulancia lo trasladaron al Hospital de Niños.
Los médicos y un tío del niño, reconocido neurólogo infantil de la provincia, lo atendieron. Le diagnosticaron lesiones cerebrales severas que serían irreversibles. Ante esto, Parientes fue imputada por el delito de abandono de persona agravado.
El 19 de junio ya le habían dictado 20 días de prisión preventiva, a pedido de la auxiliar fiscal Andrea Carlino. La justificación de la medida solicitada en ese momento fue el latente peligro de fuga debido a la falta de arraigo de la acusada. El 8 de julio le habían extendido a 25 días la prisión preventiva mientras se toman medidas en la investigación.