[REDACCIÓN EL FEDERAL] Hay algo muy interesante alrededor de las propuestas del candidato Javier Milei: para algunos son el camino al cielo y para otros, la escalera al infierno.
A tal extremo llegó ese escenario, que el gobernador Ricardo Quintela sugirió que podría renunciar ante un eventual ajuste de un gobierno de Milei.
También hubo dirigentes de la provincia que plantearon un escenario apocalíptico ante una victoria del economista en las presidenciales. “No es una campaña del miedo, es explicar que abrir las importaciones implica el cierre de muchas empresas, especialmente pensando en nuestro sector textil, donde tendría un impacto directo una medida de ese tipo”, dijo, por caso, la secretaria de Industria, Julieta Calderón.
Ahora, ¿qué piensan en La Libertad Avanza de La Rioja sobre esos pronósticos dramáticos? En EL FEDERAL ONLINE se lo consultamos a Diego Molina Gómez, economista, director de la carrera de Economía en la UNLaR y concejal electo por el espacio de Javier Milei.
– ¿Cómo impactaría en La Rioja un ajuste como el que propone Milei?
Si gana Milei simplemente va a recortar el gasto político. El gobierno de La Rioja no va a poder tener los 15 ministerios y las 47 secretarías que tiene hoy. El problema es si le sacan el gasto político, tendría que ajustar, porque el gobierno se sostiene con plata.
– Otra de las críticas más fuertes que hace el oficialismo son los problemas que generaría en el Parque Industrial la apertura de las importaciones, como ocurrió en tiempos de Mauricio Macri.
El Parque Industrial hace años que no crece. La provincia tenía 30 mil empleos privados en 2012 y hoy tiene 31 mil. En toda la industria manufacturera, no sólo la que está en el Parque Industrial, hay 7.500 puestos de trabajo, lo único que creció son las SAPEM, que lo hacen pasar como empleo privado. Las textiles fueron, vinieron, fueron, vinieron y siempre tuvieron problemas. No es que porque venga Javier Milei van a cerrar.
– Si se abren las importaciones, más allá de que sean pocos puestos de trabajo, ¿puede competir la industria textil riojana con la de otros países?
No vas a poder competir nunca porque es carísimo producir acá. Chile o Brasil, por ejemplo, hacen ropa de inferior calidad, pero los impuestos son mucho más bajos. La Rioja podría llenar un tren con confecciones y llevarlas a Buenos Aires o distribuirlas en otro centro, pero tiene que ir por camión y eso carísimo. O sea, el problema de competitividad tiene que ver con dos cosas, impuestos y transporte.
– La otra gran polémica es la coparticipación. Milei ha dicho en más de una oportunidad que le gustaría eliminarla.
Para poder eliminar la coparticipación se necesitan 10 años. Y eso no va a pasar. Pero el problema no es la coparticipación en sí, que son los recursos que vienen por ley, sino los recursos extracoparticipables que recibe la Rioja, que es, por ejemplo, la obra pública, pero también lo que se llama la asistencia financiera, que es la rifa del gobierno y que es lo que quiere eliminar al principio Javier Milei. Si bien yo estoy totalmente de acuerdo con él con respecto a la obra pública, la obra pública va a seguir, por lo menos un buen tiempo, y se irá mechando con obras de “participación público-privada”, como lo que hizo Macri, hasta que desaparezca. Pero es un plan de muchos años; Milei plantea reformas de primera, segunda y tercera generación.
– ¿Qué puede esperar de Milei el vecino que en este momento está tomando mate en su casa, en cualquier barrio de La Rioja?
Me exaspera cuando la gente habla de esperanza. Lo que va a generar Milei no es esperanza, sino cambio de expectativa, por el recorte en el tremendo gasto público. Si, por ejemplo, dolariza, va a haber dos años duros, pero después un empresario va a preferir invertir que tener los dólares en las Islas Caimán. Hay $400.000 millones de dólares guardados en cajas de seguridad, en cuentas, y quizás esa plata va a venir a Argentina. Podemos esperar un cambio grande de expectativa de inversiones, en una Argentina que hace 12 años que no crece. Los primeros años van a ser durísimos, después va a venir la estabilidad, porque la inflación va a bajar fuerte, y después vamos a poder proyectar.