[REDACCIÓN EL FEDERAL] A diferencia de lo que ocurrió en otras provincias, como Mendoza, donde hubo una amplia campaña de difusión, el Colegio Médico de La Rioja comenzó a aplicar un sistema de copago obligatorio que tuvo mínima difusión y que complicó la vida de muchos pacientes, dado que se enteraron en los consultorios y los prestadores se niegan a entregar factura.

En Mendoza, por ejemplo, la cuestión tuvo amplia difusión mediática. Durante muchas semanas, los medios siguieron las negociaciones entre médicos y obras sociales y prepagas para llevar la tarifa mínima de $6 mil pesos. Y cuando se cayeron las negociaciones y se conoció que no hubo acuerdo, fueron los propios profesionales los que les dijeron a los pacientes “exijan factura y pidan reintegros a sus obras sociales”.

Nada de eso ocurrió en La Rioja, sino todo lo contrario. El lunes el Colegio Médico Gremial hizo circular una planilla entre los prestadores en la que informaba cuánto tenía que pagar a modo de “bono compensatorio” cada afiliado, según el acuerdo con cada obras social y prepaga. Los montos rondan entre los 2 mil y 3 mil pesos. La idea es que los prestadores cobren 6 mil pesos la consulta, lo mismo que en Mendoza, aunque La Rioja es una provincia más barata. Igual parecería ser un precio justo.

El problema, según constantó EL FEDERAL ONLINE ante la denuncia de dos lectores, es que los prestadores se niegan a entregar factura. “Si quiere un recibo tiene que hacer una consulta particular, que le sale $6 mil pesos”, le dijeron a un cronista de este medio en la Maternidad Privada.

Esto genera un problema en los afiliados de prepagas que pueden pedir reintegro, dado que al paciente no le queda ninguna constancia de que no le quisieron recibir la credencial.

Hay algo más. El bono es más barato para los afiliados a APOS, lo que sugiere, en primer lugar, un claro caso de discriminación, pero además, levanta sospechas de un subsidio indirecto de las otras obras sociales y prepagas a la obras social de los trabajadores de la Provincia. Y abre un interrogante: ¿el acuerdo con APOS fue económico o político?

No está en discusión que las obras sociales y prepagas pagan mal y poco. No está en discusión que los médicos, que dedicaron una década a formarse, merecen tener muy buenos ingresos. De eso no hay duda. El problema es que cuando se compara lo que hicieron en Mendoza con la actitud del Colegio Médico riojano, queda claro que los pacientes poco y nada importaron. El hecho de cobrar en negro implica poner la carga de quien debe pagar el adicional en el paciente y no en las obras osciales o prepagas.

Sobran antecedentes de maltrato a los pacientes en La Rioja. Por caso, esa extendida modalidad de atender por orden de llegada es una maldad que no tiene en cuenta lo más valioso que tiene una persona en su vida, que es el tiempo. Hay casos extremos, como el del ecografista del Incor que cita todos los martes a la misma hora a 10 pacientes, a los que atiende por orden de llegada, pero los hace llegar al mismo tiempo, a las 17.30. “Que esperen, total son eso, pacientes”, parecería ser el macabro razonamiento. Debería estar prohibida esa modalidad de atención.

Peor es el que caso de los médicos que cobran consulta particular a los pacientes que quieren turnos en el corto plazo. Cualquiera que se haya atendido en La Rioja sabe que así funcionan. No son todos los médicos, pero sí muchos. Y así sí se manejan en casi todos los centros de salud: primero el bolsillo, después la salud.

El Colegio Médico ya había quedado en el centro de la polémica por la venta de la Clínica Velasco a la familia del gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, que comenzó a pisar fuerte en la provincia con el reemplazo de las farmacias Doctor 10 por las farmacias Colón. Varias fuentes del sector coinciden en que hay algo mucho más profundo detrás del desembarco de los Jalil en La Rioja. Y no son pocos los que aseguran que como prestadores en Catamarca los Jalil no han tenido las mejores relaciones con los médicos, por lo que el gremio de los profesionales debería haber tenido en cuenta esa cuestión.

Por lo pronto, el Colegio Médico se podría tomar el trabajo de ayudar a los pacientes a ver cómo podrían hacer para intentar recuperar el dinero que les están haciendo pagar y asegurarse de que el cobro del copago forzosos sea en blanco. Una entidad gremial no puede fomentar el trabajo en negro. Ni siquiera es legal.

EL FEDERAL ONLINE ayer se comunció con Paola Macías, presidenta del Colegio Médico, quien contestó al primer mensaje de este medio, pero ante la pregunta, no volvió a responder.