Por Angel Flores

El fanatismo de ideologías en la política, son descriptas como una actitud extrema y obsesiva de una persona hacia una idea o creencia, llevándola a defenderla de manera irracional e intolerante, sin aceptar opiniones o puntos de vista diferentes, según IA.

Y esto es lo que pasa en cada hogar de La Rioja, donde jóvenes escuchan notorias y descaradas mentiras de los políticos, cuando la realidad, es que ven a sus padres luchando para poder vivir al menos, con algo de dignidad.

El kirchnerismo es una fuerza que logró fanatizar a muchos, escudados en el peronismo, y que en realidad implementaron políticas de extrema izquierda que llevaron a una crisis argentina que lleva muchos años. La similitud no puede ser ignorada.

Los que tenemos hijos en un rango entre los 15 y a 30 años, todos coinciden con Milei y sus formas de expresar su odio a lo que él llama “la casta política”, que se regodea de privilegios sin medidas, sueldos millonarios, denuncias de corrupción que nunca prosperan, y la continua mentira en un sistema político argentino decadente y que indudablemente, necesita un cambio.

“Que se vayan todos a la mierda, todos son iguales”, es la frase que repiten los jóvenes, como un sistema de defensa a todo lo que ven en la calle, el televisor y sus propias casas con sus familias

El peligro de este fenómeno es que tampoco les importa si Milei es realmente la salvación de la Argentina. “que explote todo”, dicen. Y aquí está lo que posiblemente sea el borde del precipicio que acreciente los males argentos a un salto al vacío sin la seguridad en tener un plan de gobierno que no sea solo una teoría.

Visita de Javier Milei en La Rioja

Lo cierto es que no se salva nadie. Tanto Massa como Bullrich son para ellos lo mismo, y que seguirán profundizando la actual crisis de pobreza, falta de trabajo, inflación y decadencia económica que vieron desde que nacieron.

Por otro lado, festejan y gozan las victorias de Milei, como una forma de darle a todas las fuerzas políticas, este mensaje de que “se vayan todos”. No es convicción, es hartazgo.

Necesidad de certeza: El fanatismo en este rango atareo, puede ser una forma de lidiar con la incertidumbre y la complejidad del mundo. Al aferrarse a una idea o creencia con fervor, las personas pueden sentir una sensación de seguridad y control. Es una condición humana que en realidad tampoco da una seguridad de éxito a estas nuevas ideas y creencias.

Los números de las encuestas (poco confiables), lo dan como el próximo presidente. Pero lo que la realidad indica, es que los jóvenes son los verdaderos artífices y creadores de un personaje fuera de todo concepto viejo, amañado y corrupto de la política argentina.