La situación política en Argentina en 2023 se ha vuelto un tema de atención internacional. El prestigioso periódico estadounidense The New York Times ha centrado recientemente su mirada en Javier Milei, candidato presidencial por La Libertad Avanza (LLA), y su posible papel en la reciente corrida cambiaria que ha sacudido la economía argentina.

“Javier Milei sigue siendo solamente un candidato a la presidencia de Argentina. Pero ya está provocando él solo un choque financiero en una de las mayores economías de América Latina”, afirmó el artículo del diario estadounidense.

El artículo menciona que, aunque Milei aún es un candidato, sus acciones y declaraciones parecen tener un impacto palpable en la economía del país. Al defender la idea de que un dólar más alto facilitaría su propuesta de dolarizar la economía argentina, y al desincentivar las inversiones en pesos, la moneda local ha sufrido una notable devaluación.
Este comportamiento no es nuevo para Milei, quien, según el diario, ha hecho constantes críticas hacia la moneda argentina en varias ocasiones a lo largo de los años, a veces utilizando un lenguaje bastante gráfico. Frente a las críticas y señalamientos sobre su responsabilidad en la inestabilidad financiera, Milei rechaza cualquier culpabilidad y redirige la atención hacia la emisión monetaria y lo que él llama la “casta” política tradicional.

La polarización política es evidente, ya que otros candidatos presidenciales, como Sergio Massa y Patricia Bullrich, han expresado su rechazo hacia las acciones y declaraciones de Milei.

El artículo describe a Milei como una figura que desafía el status quo, haciendo paralelismos con políticos polémicos como Donald Trump y Jair Bolsonaro. Sus posturas controvertidas incluyen negar el impacto humano en el cambio climático, críticas al Papa y propuestas como la prohibición del aborto y la legalización de la venta de órganos.

No obstante, el diario también destaca los desafíos que enfrentaría Milei en caso de ser elegido presidente. Su ambicioso plan económico, que incluye la dolarización y una profunda reforma fiscal y de gasto, probablemente requeriría una gran inversión extranjera y el apoyo del Congreso. Sin embargo, la incertidumbre sobre si podría conseguir los fondos necesarios y la probable minoría de su partido en el Congreso podrían obstaculizar la implementación de su agenda.