La mítica casa de Carlos Menem en Anillaco ya no podrá ser visitada por turistas por una decisión de la hija del ex presidente riojano, Zulema Menem, quien confirmó la noticia a EL FEDERAL RIOJANO. Explicó que el contrato con el municipio de Castro Barros venció y que la vivienda no estaba siendo bien mantenida.
“No renové el contrato con el municipio porque fui a la casa y la vi muy venida abajo”, relató Zulemita Menem a este medio.
La empresaria explicó que a fines de diciembre de 2020 firmó un contrato por tres años con el ex intendente de Castro Barros y actual ministro de Infraestructura, Marcelo Del Moral, para ceder la explotación turística de la vivienda. “Mi intención era que la gente pudiera ver la casa de mi papá, pero no la dejaron en condiciones”, precisó.
En cuanto al futuro de la vivienda, adelantó: “Voy a tratar de ponerla en valor nuevamente y veremos si renuevo el contrato otra vez, pero con otras condiciones, para que mantengan la casa con las bellezas que tiene y como un valor cultural de los riojanos”.
Hasta hace una semana, la vivienda se podía visitar pagando apenas $300, lo que incluía una caminata guiada por la casa, el parque, el quincho y la cancha de tenis. Durante el recorrido se repasaba la historia de la vivienda y de Carlos Menem. Dos fuentes de Anillaco consultadas por este medio coincidieron en que estaba siendo manejada por un agente turístico llamado Juan Herrera, supuesto empleado del municipio de Castro Barros.
Las mismas fuentes contaron que en los últimos meses circulaba un rumor de un intento expropiación de la vivienda impulsado por dirigentes locales, que estarían buscando el aval de la provincia para ello.
Aunque recientemente la justicia determinó quiénes son los legítimos herederos de Carlos Menem (sus hijos Zulemita, Carlos Nair y Máximo, y su nieta Antonella), La Rosadita no es parte del patrimonio de la herencia, sino que pertence a Zulemita.
La casa había ingresado al circuito turístico oficial de la provincia en diciembre de 2020, a partir del acuerdo entre Zulemita y Del Moral. El contrato vencía a fines de 2023. Todo indica que la empresaria aprovechó la finalización del convenio excusa para recuperar la vivienda ante el mal estado general que tenía, la falta de mantenimiento de las instalaciones exteriores y los rumores de expropiación.