El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, uno de los dirigentes más críticos de la gestión del presidente Javier Milei, propuso este martes una reconfiguración del Partido Justicialista (PJ) que incluya una amnistía para aquellos peronistas que están alejados del espacio, así les permiten volver. Entre ellos nombró a Jorge Yoma, Graciela Camaño, Florencio Randazzo y Juan Manuel Urtubey. Asimismo el dirigente, que habló de conformar un liderazgo transversal, se refirió al rol que imagina para Alberto Fernández -actual titular del PJ- y la exvicepresidenta Cristina Kirchner en ese nuevo planteo.

“Lo que yo considero es que el peronismo tiene deber y obligación de ordenarse. Hay que dictar una suerte de amnistía para que todos los peronistas vuelvan y nos juntemos en una gran mesa con conducción horizontal”, sostuvo esta mañana en Radio Futuröck el gobernador riojano, quien planteó que deben coincidir en esa fuerza sus colegas de otras provincias, los legisladores de Unión por la Patria de ambas Cámaras, la CGT y los movimientos sociales. La intención es, según dijo, “sintetizar una propuesta” que la sociedad sienta como una alternativa al Gobierno y que proteja “los intereses de la mayoría”.

Preocupado por la “dispersión” que hay en el PJ, y porque tampoco existe un lugar donde pueden congregarse todos, Quintela de momento vio con buenos ojos la reunión que compartieron la semana pasada los gobernadores con diputados y senadores.

En tanto, el PJ está a cargo de Fernández, que fue registrado la noche de Año Nuevo en una cena de lujo en Madrid, España, con la exprimera dama, Fabiola Yañez, su hijo Francisco y otra mujer más. “Alberto es el presidente del partido pero no está ejerciendo esa presidencia, no está en el país, no creo que se ofenda si conformamos una mesa que conduzca”, deslizó Quintela esta mañana.

Dijo incluso el riojano que para él Fernández está dispuesto a “dejar de lado” el cargo o de “correrse un poquito” para favorecer la organización del partido, cuando ya hay algunos actores que directamente le pidieron la renuncia tras perder las elecciones nacionales. “Ya que está construyendo un nuevo proyecto de vida, radicado y trabajando en España, sería importante que podamos darnos nuestra organización para que el pueblo pueda sentir que el peronismo se está reorganizando y elaborando propuestas”, insistió el gobernador, pese a que el expresidente aseguró que se encuentra en España de forma temporaria, para descansar y dar algunas charlas.

Mientras, Quintela contó que no conversó en el último tiempo con Cristina Kirchner, pero destacó la “grandeza” que podría tener la exmandataria ante esta iniciativa. “Siempre la consideré una de las líderes más importantes del mundo, una mujer que tiene una visión geopolítica. Ella tuvo la grandeza de dictar amnistía con Alberto, Sergio [Massa], por lo tanto no creo que ponga impedimentos”, consideró sobre la antes vice.

Seguro de que es necesario “recuperar compañeros importantísimos” que están fuera del PJ sin un espacio propio, aseguró que Randazzo es para él “un amigo personal”, mientras que dijo tenerle “respeto” a Camaño. Con la premisa de que también deben regresar al partido dirigentes provinciales, el gobernador planteó además que es importante que todos aporten para “construir un peronismo victorioso que vaya hacia la felicidad del pueblo”.

Por otra parte, aseguró que en la Casa Rosada “tampoco se tienen que ofender” ante sus críticas, ya que “simplemente es diferencia de visión y concepción de cómo sacar la Argentina adelante”.

Acción declarativa de certeza ante la Corte

El gobernador hizo una presentación judicial ante la Corte Suprema el viernes pasado, patrocinado por el excortesano Eugenio Zaffaroni, para que haga una acción declarativa de certeza y avale la inconstitucionalidad del decreto de necesidad y urgencia (DNU) de Milei. Hasta ahora, el máximo tribunal dio comienzo a la causa, le pidió que se expida al procurador, pero no habilitó la feria para tratarlo.

Al respecto, Quintela opinó: “Yo no lo veo mal porque la Corte le dice al poder político que lo resuelva, que tiene enero para resolver y que caso contrario en febrero lo resolverá la Corte. Le dio un ultimátum al poder político para que rápidamente resuelva el DNU y, si no lo resuelve el Congreso, lo resolverá la Corte”.