Caso todos los distritos argentinos sienten el impacto de la quita de la coparticipación de ganancias y buscan compensar el recorte: pero hay algunos más perjudicados que otros.

Y es que luego de la quita de Ganancias a fines de la campaña presidencial, los diversos distritos reciben un sensible porcentaje menor que el año pasado.

En un informe realizado por Cronista, se muestra claramente cuáles son las provincias que más pierden por coparticipación a causa de Ganancias.

Entre las 24 provincias, la más afectada es Buenos Aires, a la cual el impacto de la quita de ganancias le significa un ingreso 11,1% menor que el que recibió hace un año atrás.

Este porcentaje de caída es una de las causas que llevó a Axel Kicillof, gobernador bonaerense, a pedirle en diciembre a la legislatura la posibilidad de endeudarse con la intención de pagar gastos corrientes en los próximos meses.

En el decimo quinto lugar se encuentra La Rioja, con una caída en la coparticipación del 6.1%

Las menos afectadas por la modificación, aunque igual registran un porcentaje alto, fueron San Luis (5,6), La Pampa (5,5) y la Ciudad de Buenos Aires, con un 4% que la deja como la que menos sentirá el impacto.

Transferencias discrecionales

Por transferencias discrecionales en cambio, el ranking está encabezado por La Rioja, con $178.000; seguido por Santa Cruz, con $82.000; La Pampa, $73.500; Catamarca, $73.173 y Formosa, $70.700.

El caso de La Rioja, si no se aprueba una ley que restituya los fondos que se perdieron por la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, y se tiene en cuenta que en 2024 va a haber una menor actividad, la pérdida podría ser de un 20% de los fondos de transferencia automática. En diciembre, por ejemplo, la pérdida fue del 21%.

Así, el recorte de coparticipación sumaría unos $256.000 por habitante, a lo que se tendría que agregar los $178.000 de fondos discrecionales (si se recortara el 100%), con lo cual el ajuste sería de unos $434.000 por persona al año. Es casi el 34% del dinero que recibe de la Nación. A diferencia de otras provincias, la proporción de la participación del Estado en la vida económica es mucho más alta.

Las cuasimonedas y el problema para las empresas

Según indica un informe de la Fundación Mediterránea, “La Rioja parece responder a un patrón de provincia extremadamente dependiente de las transferencias de coparticipación y discrecionales, sin holgura fiscal (comparada con el resto), con un perfil productivo de muy limitado sesgo exportador, fuerte dinamismo en la creación de empleo público y caída (en términos per-cápita) del empleo privado”.

El informe detalla las consecuencias de las cuasimonedas:

  • En primer lugar, como los agentes económicos buscarán desprenderse antes de esos papeles que de otras monedas, la velocidad de circulación aumentará, potenciando el descuento impuesto por el mercado al valor de eso bonos.
  • Consecuencia de los dos factores descriptos, la población local sufrirá un golpe inflacionario adicional al impuesto por la propia dinámica devaluatoria del peso.
  • Pero, además, las empresas instaladas en la provincia verán encarecerse los impuestos nacionales en términos de la cuasimoneda (que será la moneda predominante en la que cobrarán por la venta de sus bienes y servicios), porque para pagar (los impuestos nacionales) deberán cambiar bonos locales por debajo de la par.
  • Puede ser que esas empresas incurran en atrasos en el pago de esos impuestos nacionales pero, dada la ponderación de La Rioja en el PIB total, ese efecto será marginal sobre el fisco nacional.
  • El impacto mayor en este plano se dará sobre la rentabilidad de las empresas instaladas, debilitando aún más los incentivos a la creación de empleos privados en la provincia.