Los que conocen la historia del consumo masivo en Argentina aseguran que esto no pasó nunca en los últimos años: Coca Cola, la empresa de bebidas más grande del mundo, quedó grogui por la recesión auto gestionada por el Gobierno de Javier Milei. Por el derrumbe en sus ventas de las Fiestas de fin de año y la temporada de verano, el producto dejó de rotar a los niveles habituales y obligó a la firma a rematar botellas que vencen de aquí a 20 días. Según confirmaron fuentes del comercio y grandes supermercados a Página 12, las embotelladoras de todo el país empezaron, por esta situación, a ofrecer promociones de 2×1 o descuentos del 70 u 80 por ciento en la segunda unidad.

El objetivo es no bajar los precios por unidad y, con ofertas, tratar de recuperar ventas perdidas.

En general, las empresas que rotan poco su producto porque no venden montos consistentes, como las lácteas, suelen hacer promociones esporádicas para productos con fecha de vencimiento cercana, pero el caso de Coca Cola es más complejo: es la primera vez que sus ventas se desploman en esta magnitud y, además, las gaseosas -a diferencia de lácteos- tienen vencimientos mucho más largos. Puesto en números, sus ventas cayeron 30 por ciento en enero, 20 en febrero y estiman que llegará a un 40 por ciento en marzo, mes en el que ya se apaga la demanda de temporada alta, el verano.

En el caso de Coca Cola, desde que asumió Milei los precios subieron casi 100 por ciento, y tienen modificaciones diarias de valores. De este modo, muchos medios locales e internacionales destacaron que, en Argentina, el litro de la gaseosa más famosa es mucho más cara que en ciudades históricamente más vinculadas a precios altos, como las europeas.
Coca Cola tiene varias distribuidoras que trabajan en todo el país, entre ellas Reginald Lee y Femsa, que entregan en Buenos Aires; Salta Refrescos, en el Norte, y Atlantico Sur, que lleva a la costa y al sur. En el caso del Norte, dispusieron un acuerdo de 2×1 en gaseosas en los grandes hipermercados; en Buenos Aires y Capital decidieron operar con la venta de la segunda unidad al 80 por ciento. Y lo misma harán en la Costa.

Lo curioso del derrumbe de Coca Cola es que, además de ser la marca líder, se reparte el mercado con Pepsi, que la sigue muy de lejos. Sin ir más lejos, aún en las peores crisis, los supermercadistas diagnostican que la elección de la bebida cola es la última que se cambia por una segunda marca. “No lo vimos nunca esto, vos ponés una Coca en la góndola y siempre se vende, pero ahora nada”, contó un referente de un hipermercado multinacional. 

Por Leandro Renou – Página 12