Magdalena “Magui” Espósito Valenti (25) y Abigail Páez (28), la pareja condenada a prisión perpetua por el brutal crimen del pequeño Lucio Dupuy (5), fueron separadas del penal donde cumplían juntas la condena, luego de un pedido de la familia paterna del nene asesinado, que veía como un “beneficio” que las dos asesinas compartan el penal.
Espósito Valenti, quien era la madre de Lucio, fue trasladada al Complejo Penitenciario Federal N°6 de Mendoza mientras que Páez se quedó en la cárcel de San Luis, donde estaban juntas. El traslado se produjo durante la madrugada del miércoles.
La decisión de que la pareja cumpla condena por separado llega luego de un intenso reclamo de los Dupuy. El abuelo y la tía del nene habían mantenido una reunión con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, donde le habían pedido expresamente que separaran a las dos mujeres, quienes estaban alojadas en la misma celda.
Durante el juicio se demostró que la pareja veía a Lucio como “un obstáculo” para que puedan estar juntas, motivo por el cual decidieron asesinar al chico. Al estar en el mismo lugar de detención, la familia Dupuy consideraba que no se trataba de una pena, sino de un privilegio, ya que habían logrado su cometido.
Tras la reunión con Bullrich, se avanzó con el traslado. La decisión fue celebrada por la ministra, quien se refirió al tema en sus redes sociales. “Se les acabó la luna de miel a las asesinas de Lucio Dupuy. Ahora ya están separadas, en dos cárceles en provincias distintas, y pasarán hasta el último día de sus vidas encerradas y sin verse”, escribió en X.
Si bien Valenti había pedido que la trasladen al penal de Santa Rosa, para estar más cerca de su familia, el Servicio Penitenciario Federal respondió que por el perfil criminal de la mujer, la Unidad 13 de La Pampa no era un penal adecuado. Por eso se decidió el traslado a la cárcel mendocina.
Lucio Dupuy fue asesinado el 26 de noviembre de 2021. En los resultados de la autopsia, se reveló que el menor murió por “múltiples golpes” y presentaba marcas de mordeduras y quemaduras de cigarrillo previas al hecho. Asimismo, también comprobaron que el chico tenía signos de haber sido abusado sexualmente.
De acuerdo con los peritos, la causa de la muerte fue un edema cerebral como consecuencia de politraumatismos. Según determinó el tribunal, las dos mujeres participaron de la golpiza mortal y el nene recibió puñetazos, patadas y palazos, además de un pisotón en la espalda por parte de Páez (que se pudo determinar por la marca que dejó su zapatilla), el cual le provocó lesiones internas.