Textilcom, una empresa con sede principal en Villa Soldati, Buenos Aires, y AlpaCladd, una compañía con operaciones en La Rioja, son las principales afectadas. Textilcom, conocida por su producción para marcas destacadas como Grisino, Cristóbal Colón y Cheeky, había inaugurado dos filiales en La Rioja y Catamarca hace aproximadamente dos años. Sin embargo, la empresa anunció el cierre de sus plantas en medio de una fuerte recesión, despidiendo a 142 empleados en La Rioja y 124 en Catamarca.

“Estamos esperando que nos pague los 3 meses que nos adeudan. Hay muchas familias que quedaron en la calle por esta situación”, expresó uno de los operarios a nuestra redacción.

Los empleados recibieron la noticia de los cierres de manera abrupta, con la comunicación de descansos de 48 horas para lunes y martes, lo que generó incertidumbre y sospechas. Los operarios, preocupados por posibles intentos de retirar las máquinas de las fábricas, montaron guardias frente a las instalaciones, situación que llevó a la intervención de la Asociación Obrera Textil (AOT) y las secretarías de Trabajo de ambas provincias.

En La Rioja, los trabajadores denunciaron movimientos nocturnos sospechosos, lo que llevó al Sindicato de Obreros de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA) a tomar acciones legales para evitar la extracción de equipos y materiales. En Catamarca, la situación es tensa con la toma de la fábrica por parte de los 124 despedidos, quienes mantienen turnos nocturnos de vigilancia con presencia policial en las puertas.

“Logramos retener las máquinas en un inventario junto a la secretaría de Trabajo. Queremos que nos pague porque la situación es dramática para alguno de los compañeros”.

La palabra del dueño

Carlos Vilariño envió un audio a una trabajadora en el que señala que “la situación del país se hizo inmanejable”, justificando de ese modo el cierre de la fábrica.

“Estamos trabajando fuertemente para resolver lo que le estamos debiendo de abril y luego darles las indemnizaciones”, indicó el empresario.

“Sé la situación en la que están y lo lamento en el alma”, expresó Vilariño a la empleada que al igual que sus compañeros de trabajo quedó cesante.