[INVESTIGACIÓN] En el mundo de la política hay una cifra que cada cuatro años se instala en las oficinas de aquellos que quieren llegar a la Casa Rosada cómo Presidente: 10 millones de dólares. Es el valor que -de mínima- cuesta llevar adelante una campaña presidencial en la Argentina.

Los especialistas hablan de un gasto total de 30 millones de dólares en vuelos privados, uso de aviones oficiales para hacer campañas, actos, cartelería y publicidad, alquiler de lugares para eventos, spots y redes sociales, fiscales y boletas, según un informe de Bruno Yácono de las pasadas elecciones presidenciales.

Pero, ¿cuánto sale una campaña y la elección interna?.

Con las listas de Cristina Kirchner y Ricardo Quintela confirmadas para la inédita experiencia del peronismo yendo a internas para dirimir no la candidatura presidencial, sino la presidencia del PJ, empezó a tomar volumen la duda sobre de dónde saldrán los fondos para financiar una competencia que no tiene antecedentes en la historia del partido que fundó Perón. Se trata de una incertidumbre que exige a los protagonistas un ejercicio de imaginación, sobre todo porque el país está gobernado con una máxima frase de Milei: “no hay plata”.

Se estima que el padrón peronista para estas elecciones internas, es de unos 3.000.000 de afiliados que están en condiciones de votar en todo el país, cuyo estimado, se calcula unas 7.000 urnas distribuidas en todas las provincias.

Ahora, hay interrogantes que todavía no tienen respuestas en la logística nacional. ¿Se votará en escuelas? ¿Se votará en las cabeceras de partidos o departamentos o en cada pueblo? ¿De dónde surgirán los presidentes de mesa? ¿Cómo se capacitarán? ¿Se contratará al Correo Argentino para el escrutinio?. ¿Quién estará a cargo de la seguridad de la elección?. Son todas preguntas sobre las que ninguno de los involucrados consultados tienen respuestas.

Lo primero que hay que separar, son los gastos de campaña y lo que se necesita para realizar las elecciones en todo el país.

En el caso del candidato de La Rioja, Ricardo Quintela, que hace 6 meses recorre todo el país, existen gastos de traslado, publicidad, redes sociales y pagos a medios nacionales que también entran en los costos de campaña.

“Una nota en un importante medio nacional, sale entre 3 a 5 millones de pesos”, sentenció.

Una alta fuente del gobierno provincial afirmó ante nuestra consulta y la respuesta fue contundente: “1.000 millones de pesos”

Ante semejante cifra, se pidió más detalles y contestó diciendo que “esto solo en urnas, votos, traslado de urnas y gastos operativos básicos como pago a fiscales y seguridad”, por lo que la cifra total se podría duplicar a 2.000 millones de pesos por los gastos de campaña. ¿En dólares?, US$ 1.626.000 aproximadamente.

No hay plata

El presidente Javier Milei firmó un DNU que desfinancia los fondos a los partidos políticos y eligió una vez más las redes sociales para deslizar el rumbo político que tomará su gabinete durante los próximos días.

A través de su cuenta personal de X, el Presidente reposteó dos publicaciones de usuarios anónimos vinculados al público libertario y que suelen anticiparse a las jugadas del oficialismo. “Atención. El gobierno eliminará el financiamiento público a los partidos políticos”, lanzó una de las cuentas.

“Dejarán de recibir aportes del Estado y tendrán que preocuparse en conseguir contribuciones voluntarias para subsistir”, sentenció el posteo que retuiteó Milei. De este modo, sin emitir palabra, el Presidente deslizó lo que sería un importante anuncio y que fue materializado con un DNU.

Con relación a la interna peronista, una fuente del PJ afirmó que “todo eso puedo salir varios miles de millones de pesos. Sabemos que el Gobierno no va a dar un peso extra, más allá de lo que transfirieron por el Fondo Permanente Partidario. Y los aportantes privados tienen límites para poner plata pero, sobre todo, menos incentivos que nunca, porque el PJ no luce como una alternativa de poder inminente”, explicó a Infobae un experto en elecciones que trabaja en uno de los sectores en disputa.