*Por Angel Flores

La frustrada cruzada de Ricardo Quintela para presidir el PJ nacional activó a varios referentes políticos de La Rioja, que se reúnen en secreto, tratando de encontrar una explicación de lo sucedido y pensar en una alternativa dentro del peronismo de la provincia.

Información: las reuniones se realizan en la casa y en la finca del ex gobernador Luis Beder Herrera, quien tiene aspiraciones para el 2025, quizás buscar una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. El ex hombre fuerte del peronismo también aspira a controlar a lo que una alta fuente gubernamental definió como “funcionarios que no funcionan, los que están en la cuerda floja, para armar una tropa que le responda en la nueva cara que le quiere dar al PJ riojano”. Las fuentes aseguran que tiene el apoyo de alguien fundamental: Cristina Kirchner.

Beder Herrera y Cristina kirchner en el 2014

En cualquiera de los escenarios, “el gobernador está fuera”, afirmó. ¿Cuál es su argumento? “Los sucesos desafortunados de gestión, promesas incumplidas y las secuelas de la interna”, enumeran para intentar convencer a otros que se sumen a una alternativa dentro del peronismo. Y usan a Cristina Kirchner como la carta que respaldaría ese nuevo armado.

Naturalmente Quintela, que todavía tiene la centralidad dentro de la provincia y ya realizó su presentación a nivel nacional, no se quedará de brazo cruzados: convocará para los primeros días de diciembre a militantes de distintas provincias para un encuentro en La Rioja.

El evento que encabezará el gobernador tiene como fin reunir a quienes apoyan el proyecto “Federales, un grito de corazón”. Buscar armar un frente que, aunque no lo diga expresamente, busca ser la oposición a CFK. Su principal obstáculo es que muchos de los que lo apoyaron en la interna hoy se enfilarán detrás de la ex presidenta, porque “el que pierde, acompaña”, y es posible que no le contesten.

Algunos creeo que “Quintela nunca imaginó que Cristina se presentaría para la presidencia del PJ” y que, quizás, “el error del Gitano fue seguir adelante con la interna” pues, de desistir, “hoy el escenario político hubiera sido otro a favor de él”. O quizás era parte de plan.

Lo cierto es que en el PJ provincial ya todos miran al 2027 y, de a poco, las dos corrientes que tendrá el peronismo a nivel nacional y provincial, comenzarán a mover sus fichas en la provincia, con los viejos nuevos dirigentes de siempre.