El Gobierno confirmó el cierre de la ex Ciccone Calcográfica: “Fue uno de los grandes emblemas de la corrupción kirchnerista”. Así lo escribió en sus redes sociales el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien expresó además que el Estado no fabricará más billetes.
“En el día de hoy hemos cerrado definitivamente la planta ex Ciccone, uno de los grandes emblemas de la corrupción kirchnerista. El Estado Nacional ya no fabricará más billetes: los argentinos se van a ahorrar 5.040 millones de pesos anuales”, expuso Adorni en sus redes.
La noticia la había anticipado el propio Adorni en una conferencia de prensa a principios de octubre, donde también adelantó que se reestructurará la Casa de Moneda.
Al tiempo, el ministro de Economía, Luis Caputo, también se pronunció al respecto. “Hoy llevamos a cabo el cierre definitivo de la planta de fabricación de billetes (ex Ciccone), ubicada en la localidad de Don Torcuato. En este sentido, ya se puso en marcha el operativo para el retiro de maquinaria, el cierre de las oficinas y se notificó la decisión a la dotación de personal afectada”, dijo.
Y expresó que la Agencia de Administración de Bienes del Estado dispondrá del inmueble para la subasta y posterior venta, que posee una bóveda de almacenamiento, que se utiliza para almacenar billetes que están próximos a ser destruidos y era utilizada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
“A partir del proceso de cierre, la maquinaria necesaria para la producción de chapa patente se instalará en los depósitos de Retiro, y se iniciará el proceso de retiro de tres máquinas de calcografía para la producción de pasaportes. En la misma línea, se retirará toda la maquinaria importada utilizada para la producción de billetes. La producción de los mismos se encuentra sin operar desde el 31 de octubre, cuando el BCRA decidió rescindir el contrato vigente y dar por terminada la producción de billetes por parte del Estado Nacional”, siguió Caputo.
“La empresa había sido expropiada por el Estado Nacional el 22 de agosto de 2012 durante la gestión de Amado Boudou cuando cumplía funciones de Vicepresidente. Debido a que esta operación fue un caso de corrupción de público conocimiento, y a que hoy resulta menos oneroso que la producción de billetes se compre a distintos proveedores internacionales, no existe ninguna necesidad de que la compañía continúe en manos estatales. El cierre de la empresa implica un ahorro anual para el Estado de $5040 millones. En tanto, las 270 personas que cumplían funciones en dicha planta serán dispensadas hasta determinar las políticas a seguir”, concluyó.