Javier Milei dio el discurso de cierre de la CPAC Argentina, uno de los foros de debate conservadores más importantes del mundo, que reunió a cientos de referentes de derecha de Estados Unidos, Brasil y Argentina, entre otros países. Allí, el Presidente brindó una encendida alocución que cosechó múltiples aplausos y ovaciones: apuntó contra la Izquierda, contra presidentes y ex presidentes de la región, defendió su gestión, nombró a sus principales funcionarios y destacó por sobre todas las cosas la batalla cultural que está llevando adelante el liberalismo.
El jefe de Estado presentó 10 puntos de un decálogo cuyo objetivo final fue marcar la fuerte división entre la izquierda y la derecha y la lucha de poder entre ambas ideologías. “No sólo es un decálogo para los argentinos, si no también para quienes comparten nuestras ideas en el resto del mundo”, resaltó Milei. A continuación, cada uno de los puntos del decálogo, tal como los expuso el Presidente:
1- Es mejor decir una verdad incómoda que una mentira confortable. “Porque no hay medida que funcione si el diagnóstico previo tiene pies de barro. Intentar ajustar la realidad de un modelo fallido siempre resulta en catástrofe por más buenas intenciones que uno tenga. Si la salida es antipática, mejor pasar el mal trago lo antes posible. El problema de los políticos siempre fue que tuvieron miedo a perder sus privilegios si le decían la verdad a la gente, nadie quería ser piantavotos. Bueno, las mentiras al principio pueden caminar, pero a la larga tienen patas cortas. Miren lo que pasó el año pasado, la gran mentira que fue el modelo del Estado presente, una casa de naipes realmente. Se terminó cayendo sobre sí misma. Y estaban tan acostumbrados a refinanciar la cuenta corriente de la mentira con más mentiras que terminaron subestimando a la gente, que los echó a patadas”.
2- Nos importa un rábano la opinión de los políticos sobre casi todos los temas. “Yo creo que la mejor frase a eso se la puso el queridísimo Daniel Parisini, el Gordo Dan. Aquí lo importante es compartir un diagnóstico acerca del sistema, el modelo de la casta es un esquema de extracción de riqueza de los políticos en perjuicio de la sociedad, o sea, en el modelo de la casta los argentinos de bien tienen que perder para que los políticos ganen. Son víctimas de los políticos chupasangres. No es casualidad que por lo general cuanto más votos tiene un proyecto de ley en el Congreso, peor es para la sociedad. Recuerden que en la pandemia se pusieron todos de acuerdo para encerrarnos. Esto quiere decir que escuchar a un político en cualquier materia es automáticamente darle la espalda a los argentinos. Se los recomiendo como heurística general: ante cualquier tema pregúntense: ¿lo pide la política o lo pide la sociedad? Si lo pide únicamente la política, a priori es el camino equivocado, punto. O como diría Adorni: fin”.
3- Nunca hay que negociar las ideas para rascar un voto. “Nunca hay que negociar las ideas para rascar un voto. Negar tus convicciones para atraer votos te va a dejar sin convicciones y sin votos. Hay muchos dirigentes políticos argentinos que lo pueden atestiguar, el peor pecado que uno puede cometer es traicionarse a uno mismo. Esto es, sacrificás lo más preciado que tenés, que es tu identidad y el valor de tu palabra y a la larga es en vano, porque no funciona, la gente no es tonta y se da cuenta cuando un político miente. Lo mismo aplica para conformar un espacio político. Para nosotros el concepto americano de partido catch all no funciona, no van a encontrar aquí como en otros partidos a dirigentes que dicen una cosa, sentados al lado de dirigentes que dicen lo contrario. Sumar por sumar resta, porque en política el todo a veces termina siendo menos que la suma de las partes. Bueno, al final lo pidieron tanto, hablaron todos del ´siniestro´, el párrafo estaba dedicado al ´siniestro´ (En alusión a Horacio Rodríguez Larreta).
4- A diferencia de la economía, la política y el poder es un juego de suma cero. “Esto lo deberían aprender los liberales de copetín, campeones del onanismo. Esto quiere decir que los espacios de poder que no ocupamos nosotros, los ocupa el adversario. Es decir los ocupa la izquierda. Por eso debemos ser decididos y ser prácticos, no hay que tenerle asco a ejercer el poder, hay que usar las armas del enemigo, políticamente hablando no podemos seguir usando mosquetes en la era de los drones. En la batalla cultural ellos establecieron las reglas y nosotros tenemos no solo que estar a la altura, tenemos que superarlos. Esto es muy importante. Yo a veces me pregunto, digo, cuando miro los comentarios de los liberales de copetín, los libertarados, la pregunta es: ¿acaso se sentirían mejor con gobiernos de izquierda? ¿acaso estarían mejor con el kirchnerismo? Bueno, un imbécil lo dijo, dijo que era lo mismo que Massa. No, pero bueno, parece que tenemos en la fauna algunos que la envidia, el odio, el resentimiento les metió un habano en la cabeza, pero de otro material, o sea, de materia fecal”.
5- La única forma de combatir el mal organizado es con el bien organizado. En esta parte, Milei hizo una fuerte crítica a los medios de comunicación sobre cómo cubren los hechos que involucran a los referentes de su espacio. “Los micrófonos ensobrados son sólo una parte del engranaje. Están los empresarios prebendarios, los políticos corruptos. Aviso que esto no es en contra de mi mentor, es política, poder. Si no lo tenemos nosotros lo tienen los zurdos de mierda. Por creer que los liberales no somos manada muchos han caído en la trampa de no organizarse. Eso lo único que logró es derrotas dignas”, argumentó.
6- Cuando el adversario es fuerte la única forma de derrotarlo es con una fuerza mayor. “Es un principio de la física. No hay que ceder. Tenemos que ser consciente de que ellos no actúan desde la buena fe. Si tienen que transformar el cielo en el infierno”, agregó.
7- Retroceder nunca, la mejor defensa es siempre un buen ataque. El mandatario dio un mensaje dirigido claramente a su militancia: “No somos los que tenemos que darles explicaciones a ellos. Además si cedemos ellos lo percibirán como una señal de debilidad. Siempre que recibimos un golpe hay que subir la apuesta y responder con tres”.
8- Dar la batalla cultural desde el poder es una obligación. “Empezamos a ocupar algunos espacios. La izquierda es la prueba de que las ideas más siniestras pueden ganar si tienen un buen márketing. Imagínense nosotros que tenemos las mejores ideas. Por eso valoremos espacios como CPAC, que sirven para hacer experiencia frente a un enemigo bien organizado”, explicó Milei.
9- La única forma de combatir al socialismo es desde la derecha.
10- Nosotros defendemos una causa justa y noble, mucho más grande que cada uno de nosotros, las personas somos meros instrumentos en esta causa y tenemos que estar dispuestos a dar la vida por ella.
Durante el acto, Milei resaltó que “hoy en el mundo se respiran nuevos vientos de libertad, de la mano de Donald Trump” y afirmó que “es una oportunidad histórica”. Pero advirtió: “No alcanza con gestionar bien, es necesaria la batalla cultural y en eso CPAC es fundamental, para coordinar que los zurdos no nos entren por cualquier lado. Necesitamos proteger su cabeza, sus ideas, porque si se fortalecen el cuerpo, pero no las ideas, las fieras los van a comer igual. Justamente eso hace CPAC, cuida la cabeza, son los guardianes de las ideas”.